El conflicto de Vicentin cuenta con varias aristas y muchos damnificados. Desde que comenzó el concurso, y dada la importancia pública y la cantidad de empresas comprometidas en la causa , la justicia santafesina habilitó una página web (https://concursopreventivovicentin.com.ar/ ) en donde publicó, entre otras informaciones relevantes para el caso, el listado de acreedores de la compañía.
En total, Vicentin se encuentra en concurso preventivo con 2.638 empresas de todo el mundo y por un monto total de 99.345 millones de pesos. El periodista rosarino Juan Chiummiento realizó un mapa para analizar el impacto geográfico del default de la sexta empresa exportadora agroindustrial del país.
"Para la economía santafesina, este es un tema crucial desde mucho antes que el lunes. Nos preocupa desde el 5 de diciembre del año pasado cuando anunció el estrés financiero", cuenta Chiummiento a Página/12. De los más de 2.600 productores, acopiadores, corredores, bancos, empresas competidoras, de servicios varios y organismos del Estado a los que la compañía les debe plata, 2.581 son nacionales y reúnen deudas por 57.740 millones de pesos. A los 57 extranjeros restantes, les debe 41.605 millones de pesos. La empresa cuenta con acreedores en todo el mundo: el único continente donde Vicentin no tiene deudas es África.
El impacto en Santa Fe y Córdoba
Dentro de Argentina, el impacto regional se encuentra concentrado en Santa Fe: el 46 por ciento de los acreedores son de esa provincia. Lo siguen Córdoba (526 acreedores, un 20 por ciento), Ciudad Autónoma de Buenos Aires (323 acreedores, 12 por ciento), Provincia de Buenos Aires (270, un 10 por ciento) y Chaco (102, un 4 por ciento). Si bien la mayoría desarrollan su actividad en la región pampeana, también hay acreedores afectados en Ushuaia, Jujuy, Salta y Formosa, entre muchas. La particularidad de Santa Fe es que la mitad de las localidades de la provincia tiene por lo menos una empresa a la que Vicentin le quedó debiendo dinero. El impacto territorial es enorme, teniendo en cuenta que Vicentin no es la única empresa de la cadena agropecuaria defaulteada durante el último año del gobierno de Macri. Ya habían pasado por ese proceso la corredora BLD y Cereales del Sur.
La deuda de Vicentin no discrimina por región ni por tipo de acreedor: cuenta con deuda impositiva a productores rurales, productores de insumos y bienes de capital, bancos y hasta sus propios accionistas. La mayor cantidad de damnificados son productores rurales: su deuda para la compra de granos afecta a 1.895 empresas. El número global se compone también de 586 firmas productoras de bienes y servicios, 98 accionistas, 37 bancos o instituciones financieras y 19 instituciones impositivas y aduaneras. De ese grupo, el de la deuda financiera es el que reúne el mayor pasivo, un 64 por ciento del total, seguido por los acreedores vinculados a compra de granos.
El efecto Vicentin
Si bien dentro de los acreedores se encuentran los propios familiares fundadores que también son accionistas de la compañía (hay muchos "Vicentin" y "Nardelli" en la lista), la principal preocupación es sobre este grupo de productores rurales o de bienes y servicios que no cuentan con capital suficiente para afrontar esta deuda.
Más allá de los nombres conocidos como "Grobocopatel" o "Cargill" que probablemente pueden afrontar esta deuda, en febrero se conoció la noticia del quiebre de Guardati y Torti. La corredora de granos, que hace 41 años forma parte del mercado de Rosario, declaró su quiebra como consecuencia del default de Vicentin. Aún no hay información completa del efecto Vicentin en el sector productivo y financiero en el país.
"Este default afecta a toda la cadena del agro porque esos Cuits que vemos en el mapa, son muchas veces la fuente del movimiento de dinero de los pueblos. El carnicero, el panadero y el que vende ropa en ese pueblo también sufren la incobrabilidad de la deuda", sostiene Chiummiento.
El concurso en marcha
Como el concurso de la empresa se encuentra avanzado -se declaró la apertura en marzo- y no tiene marcha atrás, la intervención o la expropiación por parte del Estado no es determinante para la situación de los acreedores. Para resolver la situación específica del concurso hay dos caminos: la vía más común de un concurso preventivo según la Ley de Concursos y Quiebras es el análisis de los créditos y legajos, para luego abrirse un periodo de negociación en el que la empresa presenta un plan de pagos que los acreedores pueden o no aceptar. En este caso, la intervención del Estado puede mejorar la oferta a los acreedores.
La otra opción es que haya un acuerdo preventivo extra judicial, un mecanismo que también prevé la Ley. Esta vía permitiría que se haga un acuerdo por fuera de los canales de la justicia en el que los privados desistan del concurso. Para ello, se requiere que den su aval el 75 por ciento de los acreedores del pasivo. No en número de empresas, sino en cifras. Hay dos acreedores internacionales que tienen poder de veto porque cuentan con alrededor del 25 por ciento del pasivo. "Los concursos y quiebras son complejos y llevan mucho tiempo, pero puede abrirse la posibilidad de que el Estado haga algo para que estos tiempos se acorten lo máximo posible, porque la política todo lo puede", reflexiona el periodista rosarino que viene investigando el caso desde sus inicios.
Las deudas con los bancos oficiales
La cerealera les debe a los bancos otros 350 millones de dólares, en especial al Banco Nación, entidad con la que tiene una deuda de 18.182 millones de pesos. También cuenta con préstamos sin pagar en el Banco Provincia, por 1.814 millones de pesos, Bradesco (770 millones de pesos) e Hipotecario (760 millones de pesos), entre otros.
La relación de Vicentin con el Banco Nación es de larga data. La empresa tenía una línea de "prefinanciación de exportaciones" mediante la cual el Banco le financiaba las exportaciones a través de créditos en dólares. Esta línea se duplicó durante el macrismo (pasó de 150 millones en 2015 a 300 millones en 2019), pero venía creciendo aceleradamente desde el 2003. La particularidad de esta relación es que, a partir del resultado de las PASO en las que Macri perdió las elecciones, Vicentin comenzó a dejar de pagar sus deudas. A pesar de esto, recibió un crédito de 95 millones de dólares del Banco vía correo electrónico.