Lionel Messi, 98 días después de haber disputado su último partido con el Barcelona (1-0 con Real Sociedad, el 7 de marzo pasado), puso en marcha su extraordinaria máquina de jugar al fútbol. Y por lo visto el sábado por la tarde ante el Mallorca, la larga pausa por la pandemia no la ha deteriorado en lo más mínimo. Sin exigirse a fondo, sólo lo imprescindible, asistió en dos de los tres goles catalanes (los de Braithwaite y Jordi Alba) y, con un derechazo certero, anotó el último del 4-0 que afirmó al Barca en la cima de la Liga Española. A diez fechas de su finalización.
Fue apenas el principio de una larga e intensa cabalgata que llevará a Messi a definir la Liga en apenas 36 días, en los que deberá afrontar 10 partidos, varios de ellos entre semana. La finalización del campeonato está prevista para el 19 de julio, por lo que el supercrack rosarino tendrá cuatro encuentros en lo que resta de junio (martes 16 con Leganés, viernes 19 ante Sevilla, martes 23 ante Athletic de Bilbao y domingo 28 ante el Getafe) y seis en julio (ante Atlético de Madrid, Villarreal, Espanyol, Valladolid, Osasuna y Alavés, en fechas a designar). Un juego cada menos de cuatro días para un jugador que el miércoles 24 de este mes cumplirá 33 años.
Inmediatamente después de esa movida, a Messi lo espera otra definición trepidante: la Champions League podría resolverse en pleno verano europeo, y es posible que esta semana haya confirmaciones de cómo y dónde se la jugará. La idea es arrancar el domingo 2 de agosto con las revanchas pendientes de los octavos de final (en la ida Barcelona igualó 1-1 de visitante con Napoli) y en las dos semanas subsiguientes apurar la disputa de cuartos y semifinal para llegar a la gran final, fijada en principio para el sábado 29 de agosto en Estambul (Turquía).
Pero en las últimas semanas parecen haber surgido nuevas ideas en la UEFA. Los dirigentes de varios clubes son partidarios de achicar plazos, viajes y riesgos de contagio y postulan jugar a partido único los cuartos y las semifinales, siempre a puertas cerradas, bajo estrictos protocolos sanitarios y en una ciudad neutral. Lisboa, la capital de Portugal, es el lugar que muchos mencionan para albergar esos seis encuentros (la final no se moverá de Estambul).
Aunque para que todo esto salte de los papeles a la realidad, habrá que convencer a los dueños de los derechos de televisión, quienes no ven con agrado dejar de transmitir seis partidos (cuatro de cuartos y dos de semifinales) contemplados en los multimillonarios contratos firmados con la UEFA, muchos de los cuales ya han sido cobrados en su totalidad.
Si Messi alcanzara la final de la Champions, su maratón de partidos no terminará ahí. En septiembre o a lo sumo octubre, la CONMEBOL espera poder comenzar las Eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022, siempre y cuando se autoricen los viajes transcontinentales de los jugadores desde Europa y los distintos países de Norte y Sudamérica, y los diez seleccionados participantes tengan vigentes sus protocolos sanitarios.
Las fechas previstas son las del 3 y el 8 de septiembre, 8 y 13 de octubre y 12 y 17 de noviembre en las que la Selección Argentina enfrentaría a Ecuador, Paraguay y Uruguay como local y a Bolivia, Perú y Brasil como visitante. Pero es posible que la disputa comience a partir de la tercera fecha y que las dos primeras, suspendidas en marzo por la pandemia, pasen a marzo de 2022.
Messi no llegará a esta altura del calendario con la fatiga acumulada de un año de competencia. Los 98 días en pausa le sirvieron para descansar el físico y la mente y poner la motivación en el punto más alto. Pero la acumulación de partidos y viajes puede hacerse sentir. Si la Champions se jugara tal como está prevista y Barcelona llegara a la final en Estambul, “Lio” habrá jugado 17 partidos en dos meses y 16 días contados desde el sábado. Y sin reposo y con las piernas cargadas de fútbol deberá afrontar la aspereza de las Eliminatorias.
En ese camino, al supercrack rosarino le quedan cuatro nuevos récords por batir: ganar su séptimo Pichichi como goleador de la Liga y superar la marca de Zarra, mítico artillero del Athletic de Bilbao, que logró seis entre 1945 y 1953, convertirse en el jugador que más tantos anotó para un mismo club (lleva 628 y está a solo 15 de Pelé que hizo 643 para Santos), conseguir su quinta Champions y ponerse a solo una de Francisco Gento, el legendario puntero izquierdo del Real Madrid que sumó seis entre 1957 y 1966 e igualar la línea de Ryan Giggs, que con 36 títulos es quien más obtuvo jugando en un mismo equipo. Messi lleva 34 y si se alza con la Liga y la Champions se pondrá la par del irlandés. Pero antes deberá regar de sudor y genio las canchas de Europa, en una maratón que acaso pueda pasarle factura cuando se calce la número diez de la Selección Argentina, camino a Qatar 2022. El último Mundial de su inigualable carrera.