Desde Roma
Los “Estados generales de la Economía” fueron inaugurados el sábado en Roma por el gobierno italiano con la participación de importantes figuras económicas europeas, siguieron el domingo con una videoconferencia con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y continuarán toda la semana, permitiendo la participación de sindicatos y de representantes del mundo de la industria y la producción en general. La idea es que “todos los que están decididos a remangarse para trabajar y hacer partir de nuevo la economía italiana”, según el primer ministro italiano Giuseppe Conte, tengan la oportunidad de confrontar sus ideas, sus dudas, sus propuestas. Con el material aportado, al final de todos los encuentros, el gobierno elaborará un proyecto definitivo de reformas que presentará a la Unión Europea (UE). En base a este plan, la UE deberá decidir la asignación de los fondos a Italia.
Los fondos para la recuperación económica de la Unión Europea (Recovery Fund/ Next Generation EU o Fondos para la Recuperación y Próxima Generación UE) comprenden un total de 750.000 millones de euros que serán destinados a todos los estados miembros, en particular a los más afectados por el coronavirus. Se estima que Italia debería recibir, una vez que presente su programa de reformas y reciba el visto bueno de la UE, unos 172.000 millones de euros, en parte como préstamos a bajo interés y en parte como contribuciones sin devolución.
Los “Estados Generales” (una figura que hace referencia a las asambleas de consulta que se hacían en Francia hasta que la revolución de 1789 acabó con al monarquía) debían empezar el viernes pasado. Pero fueron postergados por la insistente oposición de la derecha y ultraderecha de Italia que renunció a participar mientras lo hacen los demás partidos. Se trata del centro derecha de Forza Italia, liderada por Silvio Berlusconi -aunque Berlusconi personalmente parece más abierto- y especialmente la extrema derecha de la Liga de Matteo Salvini y de Fratelli d’Italia de Georgia Meloni, que calificaron al encuentro de Roma como un “inútil desfile” o una “payasada”. Conte los invitó reiteradamente, “en nombre del interés nacional”, en este momento tan importante para el futuro del país, a que colaboraran en el plan de renacimiento de Italia y a que convenzan a los países de derecha del grupo Visegrad de la UE (Eslovaquia, República Checa, Hungría, Polonia) para que aprueben el Ricovery Fund-Next Generation.
Los encuentros del sábado, al que asistieron numerosas personalidades y otras se comunicaron por video conferencias, se realizaron en un bellísimo palacio de Roma, Villa Pamphili, de propiedad del estado italiano, que es “un homenaje a la belleza italiana”, dijo Conte al presentar los “estados generales”. “En un momento en el que proyectamos el relanzamiento de la economía italiana, debemos hacer que el mundo entero concentre su atención sobre las bellezas de nuestro país”, subrayó haciendo tácita referencia a la necesidad de incrementar el turismo que significa importantes ingresos para la economía italiana y que quedó suspendido desde marzo. Pero Conte apunta también a la modernización de varios sectores, a la transición ecológica, a la inclusión social, territorial y de género además de una administración pública eficiente y digitalizada. El objetivo de Italia es llegar con un buen programa a las negociaciones del 9 de julio, cuando los líderes europeos se verán en Bruselas.
Desde Nueva York, la directora del FMI Georgieva, coincidiendo en parte con Conte, dijo el domingo que Italia tiene cinco áreas que debe afrontar para mejorar su situación: reducir la burocracia en la administración pública, una mayor eficiencia en las inversiones, reformar el sistema de impuestos, flexibilizar ciertas reglas para mejorar la competencia y afrontar las diferencias regionales. “Estos desafíos son bien conocidos y este momento debería ser acogido como una gran oportunidad para afrontarlos y salir adelante”, subrayó Georgieva.
Entre los participantes a distancia el sábado estuvieron los más importantes directivos de la UE, entre otros el presidente del Parlamento David Sassoli, la presidenta de la Comisión UE, Ursula von der Leyen, el Comisario Ue para la Economía Paolo Gentiloni y la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.
Personalmente participaron, además de Conte, el gobernador del banco central o Banca d’Italia, Ignazio Visco y el ministro de Economía, Roberto Gualtieri, entre otros. “La gran incertidumbre del actual momento no debe constituir un pretexto para no actuar” sino al contrario, “debe ser una razón para reforzar la economía y moverse a través de un amplio proyecto de reformas”, dijo Visco. “Es fundamental establecer el recorrido más adecuado para aumentar el crecimiento de la economía”, añadió, aclarando que “los costos de los cambios estructurales son inmediatos mientras los beneficios maduran gradualmente, en tiempos no breves”. Conte había aclarado en este sentido que parte de las ayudas de la UE podrían llegar en octubre-noviembre pero que la mayor parte llegará en 2021.
Según Visco, las áreas que necesitan reformas urgentes en Italia son, entre otras, la administración pública y la innovación y protección del patrimonio natural y cultural. En este ámbito, Conte había hablado de una reforma fiscal, persiguiendo sobre todo la evasión fiscal. Se habla de varios miles de millones de euros que ciudadanos italianos tiene en bancos en el exterior sin haberlos declarado en Italia como corresponde ni pagado sus tasas.
La presidenta del BCE Christine Lagarde, por su parte, llamó a los gobiernos europeos a “favorecer los cambios y a “promover la innovación”, sobre todo en sectores en crecimiento donde podrán encontrar trabajo gente que estaba en áreas que ahora han llegado al ocaso.
“Hoy sabemos que podemos derrotar esta crisis si actuamos todos juntos - dijo por su parte la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen -. La solidaridad no es sólo la más ética elección sino que es la única y efectiva manera” de salir de una crisis de semejante magnitud. “Esta es la base del nuevo plan de recuperación de la UE, el Ricovery Fund-Next Generation. Con las reformas justas se podrá explotar al máximo el programa Next Generation”, añadió von der Leyen, aclarando que “las decisiones que se tomen en estos días de debate, crearán la Italia del mañana. Este es el momento para crear y poner en práctica un plan de reactivación económica eficiente”.
Los “Estados generales” continuarán el lunes con una serie de encuentros de los que participarán las tres centrales sindicales y sindicatos independientes, pero también numerosas asociaciones de industriales, artesanos y comerciantes. Las mujeres además, representadas por los “Estados Generales de las Mujeres”, ente creado en 2014, pidieron un encuentro a Conte dado que, según algunas previsiones, las mujeres serán las más afectadas por la desocupación.
Y como para aplacar las disputas, no sólo de la derecha sino de gente de distintos sectores que se juntaron a manifestar contra el gobierno frente a Villa Pamphili, el ex primer ministro Matteo Renzi dijo en una entrevista con la televisión SkyTg24: “Hemos puesto en cuarentena a 60 millones de italianos. Ahora es el momento de poner en cuarentena las polémicas. ¡Y lo digo yo, que cuando hay que polemizar no me echo atrás! Hoy sirven hechos concretos y no blabla. Todo lo que surja de los estados generales, a mi modo de ver es positivo”.