Elogio del silencio compartido
La inflación de los discursos
La comunicación virtual obligada vuelve incómodos los silencios, sin el cuerpo a cuerpo es prácticamente imposible disfrutarlos, interpretarlos, dejar que sucedan hasta que valga la pena hablar. ¿Qué más se oculta detrás de la proliferación de palabras que no llegan a decir pero igual se atropellan?


















