En las puertas de la Ciudad Judicial los familiares de los siete remiseros que fueron detenidos en la represión del jueves 12 se manifestaron ayer pidiendo su inmediata liberación.
“Lo que sucedió fue una criminalización a un derecho constitucional como es el derecho de peticionar ante las autoridades públicas” expresó ante Salta/12 el abogado de los trabajadores, Rodrigo Franco Anachuri. En la jornada de ayer, el letrado presentó un habeas corpus ante el Juzgado de Ejecución 2. Aún no le dieron trámite. Por otra parte, ya estaba presentado el pedido de liberación ante el juez de Garantías 4, Diego Rodríguez Pipino. Sin embargo, hasta ayer no hubo novedades.
En tanto, los familiares se manifestaron desde muy temprano en las puertas de la Ciudad Judicial. Además del reclamo que fue acompañado por carteles, las familias pudieron visitar a los detenidos. Los siete trabajadores están acusados de coacción agravada, resistencia a la autoridad, daños calificados y lesiones en perjuicio del personal policial.
Lucía, quien prefirió no dar el apellido, es la pareja de Francisco Flores, uno de los detenidos. “Los vi mal”, lamentó. Y aseguró que las familias están “esperando que las autoridades provinciales nos escuchen”. “Necesitamos que salgan a decirnos algo porque nadie nos dice nada”, agregó. Ante ello, pedían que el gobernador Gustavo Sáenz saliera a hablar con ellos, dado que se encontraba allí por el juramento de los tres nuevos jueces de la Corte de Justicia de Salta.
Lucía pidió la liberación de los siete detenidos. Además de su pareja, están privados de la libertad Marcos Angel José Carabajal, Juan Vega, Hugo López, Joel Salvador, Martín Cruz y el delegado de la Unión de Conductores de Remises y Afines de Salta (UCRAS), Sergio Salinas. “Es una injusticia lo que ellos (la Policía de Salta) les hicieron. Los reprimieron”, destacó.
Ludmila Salvador es pareja de Joel. Ayer lo vio muy enfermo: “sufre de asma y está durmiendo en el piso. Le quitaron sus abrigos y nadie se hace cargo”, contó. Desde que los choferes fueron detenidos y ubicados en la Alcaidía, les quitaron sus prendas de abrigo. Uno de los argumentos que recibieron los familiares era que “las camperas eran del mismo color que los uniformes de los policías”. Sin embargo, cuando quisieron dejarles mantas, los efectivos no las recibieron.
“Lo más grave es que nadie se pronuncia y nadie nos da respuesta de cuándo van a salir y de por qué están detenidos. Esto parece una causa armada”, sostuvo Ludmila.
Contó que el juez Rodríguez Pipino “desconoce el legajo”. “Él aduce que no tuvo tiempo para leer, pero se trata de personas sin antecedentes y que son el sustento de siete familias que están desamparadas, angustiadas y en una situación de vulnerabilidad total”, relató.
En tanto, la esposa de Juan Vega, Andrea Garay, contó que vio enfermos a los detenidos. Vega padece un principio de neumonía y su familia asegura que es por las condiciones de detención. Según contaron, los siete están en un calabozo y con un solo colchón por lo que duermen en el piso directamente.
“Le pregunté si le dieron algo, si lo llevaron al médico y me dijo que no. Nadie le dio nada”, lamentó Garay. “Me parece injusto porque ellos estaban luchando por sus derechos, sus trabajos y hasta el día de hoy, no nos dieron respuesta. No sabemos nada”, aseveró.
Garay criticó que en el informe que la Policia de Salta emitió tras la represión sólo se dejara constancia de los dos efectivos heridos. “¿Y ellos?”, cuestionó en referencia a las heridas que habían sufridos los remiseros. “Están lastimados, golpeados y eso no se salió a decir”, destacó. Según Anachuri y tras el diálogo que mantuvo con los choferes en el hospital San Bernardo, antes de ser llevados a Alcaidía, a Juan Vega, “lo siguieron golpeando adentro de la Legislatura”.
Tras la visita a los detenidos, Garay manifestó que los remiseros están con la idea de que salen pronto, “pero acá afuera es otra cosa”, sollozó.
Anachuri reiteró el pedido de libertad en virtud de que “rija la Constitución Nacional en nuestro país”. “Ellos la están pasando muy mal, siguen con severas lesiones y dicen que a la noche se mueren de frio porque no le dan ni una sabana para que se cubran”, manifestó el abogado.