La vida y la muerte bordadas en la boca, como aquella mujer de la historia de Serrat, coqueteó la clasificación a los octavos de final para el equipo de Bilardo. Y es que la selección tiene menos altura que el pobrecito Curro el Palmo y ahí anda, sin hacer la "mili" por no dar la talla. La selección estuvo a punto de ganar el grupo, de quedarse en el romance con los napolitanos, de esperar tranquilamente a un rival más débil con origen en alguno de los cuatro terceros. Sin embargo, también estuvo a un solo gol de despedirse del Mundial. Al final, se conformó con el empate que, al menos, le da chance de jugarse todos los boletos el próximo domingo.

Los rumanos, más atentos a la situación política del régimen de Iliescu, a las visitas de miembros de la Securitate a la concentración y a los hinchas que amenazan con no regresar a Bucarest, se las ingeniaron sobradamente con un sistema táctico elemental y la zurda inteligente de Gheorghe Hagi para poner, a veces, en ridículo al campeón del mundo. Si Rumania no ganó fue porque se conformó también con el 1 a 1 en los últimos minutos y no fue a destruir del todo eso que pomposamente se llama defensa argentina.


Como si se tratara de la misma obra de teatro en la que sólo cambian los actores, en el reparto le tocó Balint a Monzón, Lacatus a Serrizuela, Simón libre y más adelante Batista con Hagi y Troglio con Lupescu. Basualdo y Olarticoechea tomaban a Popescu y Sabau, respectivamente, cuando éstos dos progresaban más allá de la mitad de la cancha. Troglio y Burruchaga flotando sin pesar, Diego de media punta y Caniggia arriba. Sólo diez minutos aguantó a pie firme el planteo táctico de Bilardo, derrumbado en cuanto Hagi se tiró unos metros más atrás, cuando Maradona comenzó a ser demolido a golpes por Rotariu y cuando, en definitiva, hubo ausencia de respuestas individuales a la mediocridad de lo que podían hacer los once juntos. A los 3 minutos apareció Caniggia cortando un inexacto cambio de frente de Hagi, dándole a Diego y rematando desviado la perfecta descarga de Maradona. A los 8 minutos se equivocó Rotariu y quedó Maradona para enviar el centro que rechazó Lung, Batista metió otra vez dentro del área, Caniggia se lo dio servido a Burruchaga, y éste tiró arriba del travesaño. Después, la selección llegó esporádicamente. Como aquel remate de Troglio o en el tiro libre del final del primer tiempo de Serrizuela. Pero el equipo no tiene sorpresa, no hay quién ofrezca panorama —excepto Diego—, y así Olarticoechea o Basualdo se fueron varias veces vacíos detrás de la marca ordenada de Rumania y nunca les llegó la pelota.

Hagi, al cuarto de hora, se tiró unos metros atrás y descompaginó todo el andamiaje de obstrucción preparado. Hagi no fue de nadie porque Batista se arriesgaba al papelón —como en el segundo liempo— si le tocaba ir a buscarlo lejos porque no hay resistencia física en su cuerno. Pasó Basualdo más tirado al lateral derecho, Troglio también fue por ahí olvidándose de que Lupescu también puede ser salida en Rumania. Al final, Bilardo casi entra a la cancha para ordenar ese sector derecho por donde se hacía agua. Para colmo, después de obligar a las tarjetas amarillas a Lacatus y Rotariu, Maradona quedó en una pierna por una nueva falla del 5 amarillo.

En la reanudación, casi al mismo tiempo que el tercer gol de los soviéticos, los rumanos lo perdieron en los pies de Balint tras gran cesión de Hagi y enseguida el mismo Balint cabeceó solo. La muerte rondaba el arco argentino cuando en el cuarto de hora, de una pelota perdida que peleó Maradona, llegó una seguidilla de tiros de esquina. En el tercero se distrajeron los rumanos. Monzón apareció sólito para peinarla al segundo palo y clavar el 1 a 0 inmerecido. Casi simultáneamente entró Dezotti por Burruchaga y en Bari, N'Kono recibía el cuarto. Argentina ganaba la zona B, Camerún era segunda. Unión Soviética le ganaba a los arbitrajes y se metía en los octavos y Rumania volvía, a pesar suyo, a casa. 

El equipo de lenei tuvo que salir y fue. La mejor manera de contrarrestar el juego aéreo en la propia área es evitar los centros, pero por entonces la zurda de Hagi hacía estragos con los vanos intentos de contenerlo de Serrizuela o Batista. En un córner, salió mal Goycochea —que en el primer tiempo le había tapado un bombazo a Lacatus— y Andone cabeceó desviado cuando el empale era un hecho. No tardó en llegar. Dos minutos después, Hagi metió el taco número mil, para la entrada en diagonal de un volante, centro pasado y al segundo palo, con toda comodidad un rumano la devolvió de cabeza al medio para que Balint, solo, con soltura, pusiera el 1 a 1 con el que se conformaron los dos

De la vida a la muerte y de la muerte a la vida. Si Rumania se animaba, Argentina se despedía del Mundial. Hubo dos jugadas aisladas, sobre el final, producto de dos pelotazos de Maradona —en una pierna, se insiste—, el primero para que Dezotti la bajara de cabeza a Caniggia que no llegó —¿hubo penal por empujón del rumano?—, y el segundo en un tiro libre rápido para el mismo Dezotti que fusiló a Lung, quien respondió echando al córner.

Los rumanos celebraron el empate como una victoria. Ellos aseguraron la clasificación y estuvieron ahi nomás de ganar el partido. Después de todo, para ellos, esta que jugó es la selección campeona del mundo. Argentina se fue desorientada, en silencio y hasta hubo algunos silbidos aislados de los napolitanos que se hartaron de gritar inútilmente. Después de todo, la selección voló bajito. A baja altura. Tanto que casi no le da el pinet para entrar a la "mili" de los octavos. Como le pasó al Curro el Palmo, que se quedó solo, sin la mujer que tanto amaba por no dar la talla. Palmando.

* Nota publicada en Página/12 durante el Mundial de Italia.

1: ARGENTINA: Goycochea; Simón, Monzón, Serrizuela; Basualdo, Batista, Troglio, Burruchaga, Olaticoechea; Caniggia, Maradona. DT: Carlos Bilardo.

1 RUMANIA: Lung; Popescu, Rednic, Klein, Andone, Rotanu; Sabau, Lupescu, Hagi; Lacatus, Balint. DT: lenei Emeric.

Estadio: San Paolo (Nápoles). Árbitro: Carlos Silva Valente (Portugal).

Goles: 64m Monzón (A); 70m Balint (R).

Cambios: 52m Giusti por Troglio (A); 61m Dezzoti por Burruchaga (A); 71m. Lupu por Balint (R); 82m Mateut por Sabau (R).