Algo con una mujer        6 puntos

Argentina, 2020

Dirección y guion: Mariano Turek y Luján Loioco, basada en la obra teatral La rosa, de Julio César Beltzer.

Duración: 90 minutos.

Intérpretes: María Soldi, Manuel Vignau, Abel Ayala, Miriam Odorico, Oscar Lapiz, Daniel Lambertini.

Estreno: en CineAr TV, hoy a las 22 horas. A partir de mañana, disponible en CineAr Play.

Algo con una mujer es –como afirman sus responsables en la gacetilla de prensa– un asunto de familia: los codirectores Mariano Turek y Lujan Loioco conforman una pareja en la vida real y el film está dedicado a su hija recién nacida. Pero más allá de esos datos extra cinematográficos, la ópera prima de Turek y segundo largometraje de Loioco (cuyo debut La niña de tacones amarillos fue uno de los más interesantes de la temporada 2016) describe de soslayo la disolución de un matrimonio a partir de una trama que cruza el film histórico con algunas de las claves del cine de suspenso. No es común hallar en la producción nacional independiente títulos “de época”, pero Turek y Loioco se animan a pisar ese territorio a partir de una adaptación muy libre de La rosa, pieza teatral del santafesino Julio César Beltzer. El año es 1955, meses antes del golpe que terminaría derrocando a Juan Domingo Perón, y si bien la vida en esa ciudad de provincias sigue su curso normal, las actividades políticas de Paulino (Manuel Vignau) como militante peronista no le permiten estar demasiado tiempo con su mujer, Rosa (María Soldi).

Pero no es él sino ella la protagonista de la historia y su punto de vista es el que marca las idas y venidas de la trama. Típica mujer de su era, condenada a acompañar las luces y sombras de su marido –de “apoyarlo”, como le dice el cura en confesión–, Rosa pasa sus días solitarios de corte y confección ansiando el regreso del hombre de la casa, impaciente por un embarazo que nunca llega y que la tiene a mal traer. Paulino, en tanto, no parece demasiado interesado en los deseos de Rosa y una salida al baile termina en abandono circunstancial ante la preferencia por una partida de pool con los muchachos. Es entonces que un cigarrillo secreto en la terraza transforma a la protagonista en una pariente no tan lejana del Jeff de La ventana indiscreta: un hombre regresa alcoholizado a su casa junto a una bella mujer y el robo de varios fajos de billetes derivan en gresca y homicidio. El hecho de que Rosa termine acercándose a un joven vecino que está vinculado a la víctima y también a su marido (personaje interpretado por Abel Ayala, el “polaquito” del film de Juan Carlos Desanzo) complica aún más la situación y la heroína comenzará una relación triangular de aristas mucho más complicadas que las que aparecen en los novelas policiales de bolsillo que tanto adora leer.

No todo funciona como debería en Algo con una mujer (ciertas repeticiones atentan contra la tensión narrativa, algunos diálogos resultan poco creíbles), pero los tintes noir nunca están forzados más allá de ciertos límites –evitando así la caricatura– y las ambigüedades del personaje de Rosa logran que el interés por su derrotero nunca decaigan. ¿Hasta dónde está dispuesta a llegar una mujer “de su casa” para escapar de esa cotidianeidad que se parece cada vez más al agobio? María Soldi logra brindarle a su personaje iguales dosis de fiereza y fragilidad, alternando momentos en los cuales se asemeja a una víctima ideal (de las circunstancias, del entorno social e histórico) con otros en los que se impone como una cuidadosa y algo maquiavélica tejedora de destinos. Es una suerte, a su vez, que la cuidada dirección de arte de Alicia Vázquez no abuse de los objetos, vehículos y vestimentas para forzar la credibilidad histórica, trampa mortal que podría haber ahogado a la película en un fango visual.