El gobernador jujeño Gerardo Morales también se encolumnó con el resto de la alianza opositora de Juntos por el Cambio en el rechazo a la intervención de la concursada Vicentin, con sus propios matices. El mandatario radical opinó que “no es buena señal” para las empresas que preveían inversiones, pero señaló que tiene “confianza” en que el presidente Alberto Fernández no tiene actitud de “ir por todo”. Igual, Juntos por el Cambio insiste en bloquear el tratamiento de la expropiación de la cerealera en la Cámara Baja.

"No estoy de acuerdo, me parece que hay que buscar formas de salvar las empresas, pero más allá de los antecedentes que viene trayendo Vicentin, no me parece una buena señal", dijo el Morales en diálogo con radio La Red.

El gobernador radical contó que "han venido empresas jujeñas a preguntar, que tenían proyectos de obra privada de ampliar esto o aquello, invertir y preguntan: '¿Che, cómo es el asunto?'". Morales tomó como propio el argumento de supuestos “inversores” para afirmar que "genera incertidumbre una medida de este tipo" y opinó que "en el marco de la pandemia, habría que ir más despacio con eso".

Pero tomó distancia del ala dura de la alianza opositora cuando lo consultaron si esta decisión del gobierno nacional implica "el regreso del 'vamos por todo'". "No, yo tengo la confianza en el Presidente de que no es esa su actitud, pero sí ha generado miedo", respondió Morales.

El rechazo a la expropiación de Vicentin pasó a ser la prioridad para la alianza opositora en medio de la pandemia, con el objetivo de medir fuerzas y confrontar con el Gobierno nacional. Aunque, las diferencias al interior igual afloran.

Una docena de diputados nacionales del macrismo “que responden a Rogelio Frigerio y Emilio Monzó” salió este martes con su propia declaración de rechazo a la expropiación pero con la propuesta de “sugerir” al juez del concurso de acreedores, que la compañía cerealera quede en manos de “cooperativas agrícolas”. Una decisión que no fue notificada a la conducción macrista del bloque ni a sus socios políticos en la alianza. Una manera de comenzar a marcar la cancha y las diferencias dentro del PRO.

De todas maneras, los caciques parlamentarios de JpC en la Cámara baja le transmitieron ayer al presidente del cuerpo, Sergio Massa, que están dispuestos a prorrogar por 30 días las sesiones remotas, pero únicamente para abordar temas “acordados previamente con la oposición”. Una forma de bloquear el tratamiento de la expropiación de Vicentin mientras dure la pandemia. Los opositores sostienen que ese proyecto debe debatirse en el recinto de forma “presencial”. Un límite que también incluye al tributo extraordinario a las grandes fortunas.