Lejos de los brotes verdes que anticipa el Gobierno, la actividad fabril volvió a contraerse en febrero un 9,5 por ciento contra igual mes del año pasado, y acumula en el bimestre una caída interanual del 3,3 por ciento. Los datos surgen del relevamiento que realiza la consultora liberal FIEL. De cuerdo con su Indice de Producción Industrial (IPI), la situación de la industria contradice las expectativas oficiales de una mejora en los indicadores y en febrero la situación de la actividad empeoró un 9,5 por ciento contra el mes previo. La contracción se explica fundamentalmente por el aumento de las importaciones y la caída de la demanda interna. El impacto se centró en la producción de bienes de consumo que en el primer bimestre se retrajo para los durables un 13,9 por ciento interanual y para los no durables, un 4,6 por ciento. 

A nivel productivo, la industria manufacturera es una de las ramas más perjudicadas por las políticas económicas impulsadas por el Gobierno, en particular de la pequeña y mediana empresa, principales generadas de empleo. Esto conlleva que se espiralice la crisis, debido a que los despidos y pérdida de poder adquisitivo reduce el consumo e impacta entonces en la rentabilidad de las empresas. Si bien la consultora conformada con el aporte de la Bolsa porteña, la Cámara de Comercio, la Sociedad Rural y la Unión Industrial, intenta justificar la caída “en las lluvias que (en febrero) obstaculizaron el normal desenvolvimiento de la actividad, junto con un día hábil menos respecto a febrero de 2016”, el retroceso es un tema estructural. 

Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el sector industrial pasó de representar 17,25 por ciento del total del Valor Agregado Bruto en 2015 a representar sólo 16,4 por ciento el año pasado. “Es decir, en sólo un año la participación porcentual de la industria en el conjunto del valor bruto agregado (VAB) por la economía cayó 0,82 puntos. En términos de la variación interanual, el crecimiento del VAB ha sido de 31,71 por ciento, muy por debajo del 38,29 por ciento del promedio de las ramas. Este desempeño es el resultado de una caída de la producción física que fue de 5,69 por ciento, y un aumento en precios de 39,67 por ciento”, detalla el CEPA.

“La producción industrial del mes (febrero) resultó 4,5 por ciento inferior a la de enero incluyendo factores estacionales, mientras que si éstos se corrigen, la actividad se contrajo 1,2 por ciento”, afirma la consultora FIEL, dirigida por el economista Juan Luis Bour. “Este resultado ha marcado un impasse en la sucesión de mejoras mensuales observadas en el último trimestre de 2016, colocando al primer bimestre de 2017 2,4 por ciento por debajo de la medición desestacionalizada de diciembre, pero 1,7 por ciento por encima de la de septiembre”, agrega. De todos modos, el informe reconoce que los supuestos indicadores que se presentan para anticipar una recuperación “mostraron un deterioro”. “La difusión sectorial de la recuperación ha evidenciado un retroceso”, señala FIEL, y luego sostiene que el comportamiento del bimestre fue atípico, por lo que se requiere cautela antes de anticipar escenarios. 

Pese a que la crisis se focalizó en la producción de bienes de consumo, en el caso de la industria de bienes de uso intermedio en el bimestre se deterioró un 0,8 por ciento. La producción de bienes de capital, donde la flexibilización importadora los impacta menos, fue el único sector que finalizó con una mejora interanual, de 6,1 por ciento, en comparación con igual lapso de 2016. 

Si se analiza la situación por rama de actividad, en el acumulado para los dos primeros meses del año y en la comparación interanual, los sectores con mayores caídas interanuales fueron cigarrillos, con un retroceso de 7,7 por ciento, seguido por petróleo procesado (-5,0 por ciento), insumos químicos y plásticos (-5,0), textiles (-4,7), alimentos y bebidas (-3,8) y producción automotriz (-3,5). Las menores bajas fueron para la producción de papel y celulosa, con un rojo de 1 por ciento, y minerales no metálicos, con el 1,2 por ciento. “La producción siderúrgica junto con la metalmecánica cierran la nómina de sectores con retroceso de la actividad, que alcanza en cada caso a 8,7 y 10,3 por ciento respectivamente y en relación al mismo periodo de 2016”, concluye el relevamiento de FIEL. 

@carrillop12