Las 430 personas que trabajan en Algodonera Avellaneda reclaman que "se termine la persecución psicológica, el maltrato, la discriminación y el abuso de autoridad" en la empresa que pertenece al grupo Vicentín y emplea a 430 trabajadores. El conflicto está instalado en la puerta de la planta del parque industrial de Reconquista y hoy se encuentra "más complicado, sin solución a la vista", consideró el secretario de Trabajo de la provincia de Santa Fe, Juan Manuel Pusineri. El próximo martes habrá una nueva audiencia en la sede del Ministerio. La medida de fuerza que paraliza la planta comenzó el jueves, y desde entonces los empleados decidieron permanecer en la puerta. Sólo dejaron entrar al personal estrictamente necesario para garantizar la seguridad. El otro punto del reclamo es "un aumento de salario acorde a la canasta básica, el incentivo de 20.000 pesos que no se descuente con Aportes para el Trabajo y la Producción, que se paguen los salarios caídos y que no se tomen prepresalias con ningún trabajador de la empresa".
Lo de las represalias es uno de los mayores temores de los trabajadores de la algodonera que realiza trabajos de hilandería y tejeduría. Los operarios están nucleados en AOT, mientras mecánicos y electricistas pertenecen a SETIA. El diputado provincial por el Frente Social y Popular, Carlos del Frade, que acompañó a los trabajadores en la audiencia, expresó que "Vicentín factura más de 220 mil pesos por minuto. Y paga 100 pesos por hora y 10 pesos por antigüedad a los trabajadores de la Algodonera Avellaneda". Si bien la empresa negó esos montos, los recibos de sueldo muestran salarios de 116 pesos la hora para operarios sin antigüedad y 126 para quienes llevan 33 años de trabajo en la fábrica.
La firma del grupo Vicentin arguye que los salarios están dentro de los convenios colectivos acordados en paritaria. El Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, pero los delegados de los distintos turnos tienen claro que no hay forma de volver a producir sin una mejora sustancial en salarios y condiciones de trabajo. Uno de los detonantes que refieren quienes reclaman fue el accidente laboral sufrido por un operario joven la semana pasada, quien se resbaló y tuvo un tirón que le impidió levantarse, pero no recibió atención médica adecuada porque el jefe de turno aseguró que "no tenían mutual". "¿La ART dónde estaba?", se preguntó uno de los trabajadores en la puerta de la fábrica.
Del Frade plantea que "el problema es el convenio pero además, el gran problema es la representación sindical local, que nunca se hizo cargo de los planteos que está haciendo la gente. Los delegados nuevos están planteando que el salario no les alcanza para nada y que están sufriendo malos tratos. Sienten que la representación sindical está muy vinculada a Vicentin". Rubén Lemos es el secretario general de AOT Reconquista.
"Reclamamos por la forma del trato al personal, nosotros venimos trabajando mal hace mucho tiempo, venimos teniendo exceso de trabajo, a los operarios le dan más trabajo del que corresponde, y si no hacés las cosas como ellos quieren, ya tenemos ficha o suspensión", describió uno de los delegados, Javier Cantero, el viernes pasado, en el comienzo del conflicto. Y aseguró que la medida de fuerza llegó después de muchas instancias de negociación sin respuesta. "Veníamos haciendo reuniones para trabajar mejor y nunca hubo soluciones", agregó.
Del lado de los trabajadores, tienen claro que no pueden ingresar nuevamente a trabajar sin un compromiso rubricado ante el Ministerio de Trabajo. "Una vez que lleguemos a entrar, van a rodar cabezas y van a apretar gente como lo hacen siempre, eso viene pasando en paros anteriores", se sinceró uno de los manifestantes en la puerta. "Eso es lo que decimos, que empiezan a apretar la gente, empiezan a suspender y todos los trabajadores empiezan a tener miedo. Si bien ahora no pueden echar a nadie por el decreto presidencial, pero cuando esa ley no existía, empezaban a echar", dijo otro operario.
El pliego de reclamos presentado ante el Ministerio incluye "un aumento de categoría y antigüedad tanto para planta como para tejeduría, unificando el valor de los desmotadores" (los que trabajan con las máquinas que separan la fibra de la semilla de algodón). A diferencia de la aceitera, la algodonera no está intervenida, por lo que son los representantes de la firma Vicentin los que deben presentarse en la próxima audiencia.
La empresa argumenta que los salarios están dentro del convenio, pero omite que algunos trabajadores perciben poco más de 20.000 pesos y, según la delegada Sonia Zanel, la mayoría ronda los 27.000 pesos. Desde la provincia, Pusineri indicó que "hay una paritaria de textiles a nivel nacional, que está por empezar el próximo mes" y planteó a la empresa que analicen "un incremento salarial, bajo la forma de adelanto de futura paritaria, para buscar una fórmula que permita salir del conflicto".
Para las relaciones y condiciones laborales, la provincia propuso la puesta en funcionamiento del comité mixto de higiene y seguridad, estipulado por ley en Santa Fe, entre trabajadores y representantes de la empresa para "que se identifiquen los problemas y se vean las formas de solucionarlos".