La situación de las aerolíneas internacionales resulta compleja debido al recorte de la actividad a partir de la pandemia global. La línea de aviación española Iberia, por ejemplo, es una de las más golpeadas por el freno de los viajes. “Estamos ante la peor crisis de la historia de la aviación”, aseguró la empresa esta semana. Lo dijo su presidente Luis Gallego y relató algunos números de la crisis. La aerolínea española reducirá su flota de aviones los próximos cinco años, pasando de ser un problema temporal a un asunto estructural. Iberia tiene al 90 por ciento de sus 14.000 trabajadores en un procedimiento excepcional que habilita suspensiones de contratos o a habilitar reducción de jornadas temporales.  La decisión de Latam, sin embargo, no se explica solo por la crisis que motivó la pandemia, pues mantendrá sus filiales en otros país.