El Ministerio de Hacienda de Brasil bajó su pronóstico de crecimiento para 2017 de 1 por ciento a 0,5 por ciento, lo que confirma los análisis que plantean que la situación económica del país vecino no mejora. La proyección oficial quedó apenas por encima de los cálculos del mercado, del orden del 0,48 por ciento de suba del PIB este año. La economía del país vecino viene de contraerse 3,6 por ciento en 2016 y 3,8 por ciento en 2015. Uno de los factores que explican ese desempeño, además de la crisis política, es la idea del gobierno de Michel Temer de profundizar la “austeridad fiscal” a través del congelamiento de numerosas partidas presupuestarias.