“Cuando llego con el cajón de Pedrito era un mundo de gente”, contó el diputado por Rivadavia, Ramón Villa, quien llevó en su camioneta el cajón con el cuerpo del referente wichí Pedro Lozano. Antes, el intendente de Tartagal, en el departamento San Martín, Mario Mimessi, había donado el cajón.
En el sepelio “había muchos dirigentes indígenas. Pero también muchos criollos”, acotó Villa al relatar la jornada que se vivió este miércoles en la comunidad wichí San Ignacio de Loyola, donde vivía Pedro con su familia, a 12 kilómetros del pueblo cabecera, Santa Victoria Este.
Entre quienes lo despidieron estuvo el juez de Paz, Daniel Nieli, quien además escribió un microcuento en homenaje a Pedro. Al despedirse, rescató y destacó la necesidad de continuar con la lucha que Pedro gestó en vida.
La novedad del deceso del dirigente wichí, de larga trayectoria en la vida pública en Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia, generó reacciones de pesar en distintas comunidades, incluso de algunas alejadas de su territorio. Entre ellos, el referente indígena Arsenio Corbalán, de la comunidad La Curvita, lamentó "la partida de un hermano luchador" que "nunca calló, por el bien de su pueblo". Y destacó que la vida de Lozano es un "ejemplo" porque fue una persona que no tuvo temor de levantarse contra las injusticias, "viendo las necesidades".