Organismos de derechos humanos de Córdoba reclamarán al Tribunal Oral Federal número 1 que inicie el juicio por los crímenes de lesa humanidad comprendidos en las causas “Diedrichs” y “Herrera” debido a que “se están muriendo los imputados, los sobrevivientes y los familiares de las víctimas. Esperaron demasiado, no pueden hacerlo más”, consideró el abogado Claudio Orosz, representante de las querellas de H.I.J.O.S. y Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. El debate, que debería haber comenzado a mediados de abril, fue uno de los tantos que quedó suspendido producto de la pandemia de coronavirus y, según los magistrados, el TOF no cuenta con una estructura que garantice la participación de todas las partes para desarrollarlo por vía remota.
“Entendemos y acompañamos las medidas que se han tomado para cuidarnos entre todos, pero también exigimos que la Justicia Federal de Córdoba pueda garantizar, como se ha hecho en otros lugares del país, la continuidad de los procesos de justicia que hace más de 12 años se desarrollan en Córdoba”, postularon desde la regional cordobesa de H.I.J.O.S. En esta ocasión, el reclamo llega para que se inicie el debate oral por los crímenes contenidos en dos causas, identificadas como “Diedrichs” y “Herrera”, que reúnen a 19 imputados --entre los que se encuentra una de las patotas que operó en el centro clandestino La Perla-- y a 43 víctimas, de las cuales solo nueve son sobrevivientes, el resto fueron asesinadas o continúan desaparecidas.
Así lo plantearán en la audiencia preliminar que convocaron los jueces Julián Falcucci, Carolina Prado y Jaime Díaz Gavier, tras los reclamos que la agrupación junto a Familiares y el resto de las querellas que participan del proceso realizaron para que den comienzo al juicio. El debate llega luego de que el tribunal se negara por una supuesta falta de recursos, pese a las directivas de la Cámara de Casación para que se retome el proceso de juzgamiento a los responsables de los crímenes de la última dictadura
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“Hace unos 25 días solicitamos al tribunal que arbitre las medidas necesarias para comenzar el debate como lo estaban empezando a hacer en otras partes del país”, indicó Orosz, que comparte la representación de las querellas con Miriam Luque. Hubo un rechazo de parte de los jueces: “Nos respondieron que el tribunal con contaba con la estructura para garantizar la participación de todos las partes implicadas en condiciones de cumplimiento del aislamiento preventivo social y obligatorio” que continúa rigiendo para evitar la propagación del virus. Desde los organismos arremetieron: “Insistimos en que queremos que el juicio comience de una vez porque se están muriendo los imputados, las víctimas y sus familiares”, completó el abogado.
La nueva respuesta fue una citación a la audiencia de este viernes, en la que a partir de las 9.30, las partes podrán exponer sus motivos. Los organismos propondrán la realización de las audiencias de manera presencial “en la sala enorme del primer piso de los tribunales de acá (la capital cordobesa) y que garantiza que los imputados, representantes de partes y testigos que no sean integrantes de grupos de riesgo puedan asistir manteniendo un metro y medio de distancia”, explicó Orosz. El juicio se llevaría a cabo sin público en la sala, pero con la garantía de divulgación de lo que suceda en cada una de sus jornadas a través de internet “como lo están haciendo en el resto de las jurisdicciones” en donde retomaron el proceso de juzgamiento de los delitos de lesa humanidad.
El ejemplo que toman los organismos de Córdoba es Tucumán, en donde se retomó el debate por los delitos de la Megacausa 14. En Buenos Aires, los tribunales de San Martín retomaron dos juicios: el de la Megacausa Campo de Mayo, para el que hay que seguir un proceso de acreditación bastante rígido si se quiere presenciar; y el de Contraofensiva, que es transmitido en vivo por el medio autogestivo La retaguardia a través de su sitio web. Mendoza también retomó debates pendientes, aunque con algunos problemas de conectividad que volvían dificultosa la participación del público.