El Obispado de Morón aseguró que “actuará de acuerdo a los procesos canónicos vigentes que disponga la Santa Sede” en cuanto a la situación del cura Julio César Grassi, cuya condena por abuso sexual fue confirmada el martes por la Corte Suprema. En un comunicado, sostuvo que el sacerdote “desde el inicio del juicio” en su contra por abuso sexual “fue separado de toda función pastoral de la diócesis”. También apuntó que “está vigente” sobre Grassi “la medida dictada por el obispo de Morón, monseñor Luis Eichhorn, que le prohíbe el ejercicio público del ministerio”. El Obispado indicó que “oportunamente” el Vaticano dispuso “una investigación preliminar sobre las denuncias de la conducta” de Grassi y sostuvo que ese informe fue “enviado a la Congregación para la Doctrina de la Fe”. “El Obispado actuará de acuerdo a los procesos canónicos vigentes que disponga la Santa Sede, los que serán informados debida y oportunamente a la opinión pública”, finalizó. El sacerdote está en prisión desde septiembre de 2013, pero también afronta otra condena por supuesto desvío de donaciones al penal donde el cura estaba arrestado.