En su debut ante el Congreso, el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quiso dejar en claro “el punto de partida” del gobierno de Alberto Fernández. “Nuestro país claramente ya estaba en una pandemia”, dijo sobre la herencia de la gestión de Mauricio Macri. En su informe ante el Senado, Cafiero repasó con datos los cuatro años de Cambiemos: “la escalada de sobreendeudamiento es parte de los problemas que hoy aquejan a los argentinos”, sostuvo y agregó a ese diagnóstico "la inflación, la quiebra de 25 mil pymes, el aumento de la desocupación, la pobreza y la indigencia".
Cafiero afirmó que "Ley de Solidaridad Social y Reactivación productiva" es la herramienta con la que se "empezó a diseñar un nuevo mapa del Estado, con prioridades que habían cambiado por mandato popular". Marcó que la norma permitió afrontar la pandemia de la covid-19 con un ministerio de Salud, y a sus consecuencias económicas con un aporte, a través del programa ATP, del 50 por ciento de los salarios del sector privado. Además, detalló que la iniciativa tamnién permitió llegar a 9 millones de personas con el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y otrogar créditos a tasa cero, destinados en medio de la emergenci.
La oposición de Juntos por el Cambio se quejó que el Jefe de Gabinete se refiriera a la herencia macrista y volvió a recurrir a la “herencia recibida del kirchnerismo” para compararla con la política del actual Gobierno. Cargaron contra la expropiación de Vicentin y “la idea comunista de apropiarse de los medios de producción”, al tiempo que reclamaron el rescate de la compañía extranjera Latam y criticaron el “monopolio estatal” de Aerolíneas Argentinas (ver aparte). El jefe del intrebloque, el radical Luis Naidenoff, sostuvo que el Gobierno utilizó la pandemia “no solo para el confinamiento físico sino de la palabra y de la libertad”, y advertió que “hay una oposición unida y plantada en la cancha dispuesta a ponerle freno a la arbitrariedad” del Gobierno
“Habíamos prometido en la campaña no hablar de pesadas herencias, pero es importante reconocer el punto de partida”, arrancó Cafiero desde el recinto de cara a las pantallas con los senadores conectados a la videoconferencia, acompañado por un puñado de funcionarios y con la vicepresidenta Cristina Fernández Kirchner sentada a sus espaldas, en el estrado de la presidencia de la Cámara.
El ministro describió que entre 2015 y 2019 “se perdieron 230 mil puestos de trabajo” y “la desocupación alcanzó el 9,8 por ciento“, “25.000 pymes cerraron, y la pobreza aumentó al 35 por ciento, y alcanzó al 52 por ciento de los jóvenes, niños y niñas”.
Destacó que el Senado "aprobara por unanimidad la ley de restauración de la deuda pública", que definió como "un mensaje en voz alta que se escuchó en el mundo y es parte del reflejo para negociar una deuda contraída de manera irresponsable, que es impagable y se hace tremendamente injusta en la espalda de los argentinos".
"La pandemia, y no la cuarentena, es la que provocó una crisis de ingresos en las familias argentinas y la que generó los sinsabores económicos que tenemos hoy", dijo Cafiero y puso de relieve que frente a eso "un Gobierno conectado con esa realidad debe generar una política pública". Destacó la creación del IFE y el ATP, con el detalle de su alcance, además de otras medidas económicas desarrolladas por el gobierno.
También replicó los cuestionamientos opositores sobre la supuesta discrecionalidad de sus facultades –que calificaron como “superpoderes”— en el reparto de fondos a las provincias. Sostuvo que ya se repartieron 30 mil millones con los mismos criterios de la coparticipación federal, “es información pública”. “Algunos declaman el federalismo, otros lo practicamos”, dijo y agregó: “en el gobierno anterior esta equidad no se daba”.
Cafiero acompañó con sonrisas los argumentos con que los senadores del oficialismo defendieron su informe y replicaron las criticas opositoras. La misma que desplegó al finalizar la sesión, con la convicción que atravesó con éxito su primer test ante el Congreso.