"alimentARTE”: así podría llamarse la primera tarjeta de apoyo alimentario para trabajadores de las artes escénicas. Es una idea de Sergio Rower, fundador e integrante de la cooperativa Libertablas y presidente de la Unión Internacional de la Marioneta (Unima) en la Argentina. El disparador fue un relevamiento que abarcó a 1100 titiriteros de todo el país y que mostró que el 30 por ciento de ese universo no tenía ni siquiera para comer en el contexto de crisis económica generada por la pandemia.
Más de 300 titiriteros manifestaron que no habían podido acceder a las medidas estatales destinadas a la población en general o al sector cultural en particular por no contar con los requisitos para ello. Estos resultados inquietaron a Rower, quien además cuenta a Página/12 que Libertablas –de 42 años de trayectoria- da de comer a 17 familias. Unas 100 personas. Su actividad, claro, se encuentra paralizada, y algunas de sus producciones migraron a la virtualidad (están en la página www.libertablas.org
). Suele realizar funciones en escuelas y para estudiantes en grandes teatros. También recorre hospitales, clubes y cárceles. De manera que ve muy lejano su regreso a las tablas.
La tarjeta imaginada por el director podría otorgar a les artistas el mismo monto que la que entrega Desarrollo Social (de 4 a 6 mil pesos), con la diferencia de que aquí entraría en juego una contraprestación: “Tiene que ver con destacar que nosotros somos trabajadores, no bohemios como a veces se piensa”. Aunque la idea nació de la situación de los titiriteros, podría abarcar a "actores, bailarines, payases, directores, asistentes, coreógrafes, técnicos, diseñadores". La contraprestación tomaría diversas formas: funciones cuando vuelvan a levantarse los telones o alguna propuesta en la virtualidad (“campañas de lavado de manos, clases, trabajos para acompañar a los docentes”, ejemplifica Rower). “Es una propuesta nacional. En cada pueblo o ciudad se establecería la contraprestación”, explica.
Por estos días salió a recorrer “pasillos virtuales” con la intención de instalar el proyecto. Tuvo acercamientos con representantes de los ministerios de Cultura y Desarrollo y del Instituto Nacional del Teatro, y con las legisladoras Gabriela Cerruti y Norma Durango, según detalló. A la par conversa con referentes de la comunidad teatral. “En todos los estamentos encuentro un gran apoyo, y me dicen ‘dejame ver cómo lo instrumentamos'. Mi desesperación son los tiempos de los compañeros, quienes tienen necesidades urgentes", concluyó el artista. La suya sería una iniciativa "única en el mundo", que sumaría su aporte al que hacen otras campañas, como la de Artistas Solidarios , el reparto de bolsones de comida motivado por Mosquito Sancineto.