La Cámara Federal de Casación Penal, con votos de Carlos Mahiques y Guillermo Yacobucci, volvió a entreabrir la puerta del penal de Ezeiza para que dos represores de la Esma vuelvan a sus casas alegando el riesgo de contraer coronavirus. El posible beneficio, sobre el que deberá pronunciarse el Tribunal Oral Federal 5, es para los ex suboficiales Carlos Néstor Carrillo y Ramón Roque Zanabria, para quienes el Ministerio Público Fiscal y las querellas pidieron penas de prisión perpetua al alegar hace un año. El juez Alejandro Slokar, en disidencia, argumentó que no hay casos de covid-19 en Ezeiza, que tiene una tasa de ocupación de apenas el 41 por ciento; destacó que los exmarinos ni siquiera cumplen el requisito etario de superar los 70 años de edad, y cuestionó el planteo infundado del abogado Guillermo Fanego porque “sólo contribuye a generar temor y perjudicar la situación emocional” de los detenidos y sus familiares.

Mahiques y Yacobucci insisten en su controvertida doctrina a favor de conceder arrestos domiciliarios a condenados y/o procesados por delitos de lesa humanidad invocando la pandemia. Sus resoluciones en ese sentido abarcan a represores de la ESMA como Rogelio Martínez Pizarro y Luis Ambrosio Navarro, de Bahía Blanca como Adalberto Bonini, Ricardo Gandolfo y José Maidana, al ex policía rosarino Lucio Nast y al ex oficial de inteligencia Marcelo Cinto Courteaux. A principios de junio desestimaron los recursos de Alfredo Astiz, Adolfo Donda, Ricardo Cavallo, Antonio Pernías, Alberto González y Raúl Cabral, todos condenados por secuestros, torturas y asesinatos en la ESMA, y en los próximos días deberán pronunciarse sobre la situación Carlos Capdevila, ex médico de la Armada a quien el TOF-5 le otorgó días atrás la prisión domiciliaria, que apelaron el fiscal y las querellas.

Ayer hicieron lugar a un planteo de Fanego, quien reclamó el arresto domiciliario de Zanabria y Castillo invocando el riesgo de contraer coronavirus en Ezeiza, y le ordenaron al TOF-5 que integran Daniel Obligado, Adriana Palliotti y Gabriela López Iñiguez que analice la situación de ambos detenidos, en el banquillo en el juicio ESMA IV. Se trata de un proceso en su etapa final que estuvo meses paralizado primero por problemas de salud de Fanego y ahora por el aislamiento obligatorio.

Slokar fundó su rechazo en “los compromisos asumidos por el Estado argentino de investigación, juzgamiento y -de corresponder- adecuada sanción a los responsables de delitos de esta laya”. Destacó que Zanabria tiene 66 años y Carrillo 63, por lo que no reúnen la exigencia etaria para la domiciliaria, y que están acusados por los delitos más graves y con pedidos de prisión perpetua. Sobre el penal de Ezeiza, apuntó que tiene una de las tasas de ocupación más bajas del país: aloja a 101 internos y tiene capacidad para 249, es decir que se encuentra ocupado en un 40,56 por ciento.

Frente al planteo de Fanego, el magistrado lo consideró “insustancial y carente de valederas circunstancias” que justifiquen el beneficio, y cuestionó que “sólo contribuye a generar temor y perjudicar la situación emocional de las personas allí alojadas y su entorno en el grave contexto general de pandemia”, ya que según la información oficial no hay en Ezeiza casos comprobados y ni siquiera sospechados hasta la fecha.