El presidente Alberto Fernández no descartó la posibilidad de endurecer la cuarentena en el Área Metropolitana (AMBA) y el Chaco, y consideró que ante el aumento de casos de covid-19 positivos en esas zonas habrá que “ser firmes y duros en hacerle entender a los argentinos que circular es un riesgo”. Por otra parte, dijo sentir “asco” por los hechos de espionaje ilegal durante el gobierno de Mauricio Macri y comparó a esas prácticas como algo “propio de dictaduras” y “regímenes totalitarios”. “Es algo que está totalmente en contravención con la calidad republicana que muchos de ellos dijeron preservar”, sentenció.
“Ser firmes y duros”
A una semana de vencer el plazo de la extensión de la cuarentena establecida a principios de mes y ante la escalada de contagios y muertes registrada durante la última semana, el presidente volvió a cuestionar la “el relajamiento” de las medidas de aislamiento en algunos distritos.
“Cuanto más apertura hay, más contagios hay. La solución están en nuestras manos. Hay que entender lo que entendimos al inicio: la única forma de preservarse ante la pandemia es quedarse en su casa”, remarcó el jefe de Estado durante una entrevista por Radio Nacional, la Televisión Pública y las repetidoras que los medios públicos tienen en algunas provincias.
Reconoció que “hay provincias donde la pandemia está controlada” pero sostuvo que en el AMBA y en el Chaco eso no ocurre. “Espero que los porteños y los que viven en la provincia de Buenos Aires entiendan la necesidad de volver a quedarse en casa para volver a ordenar las cosas” de modo tal que “el esfuerzo que hicimos no sea en vano”.
“No vaya a ser que por correr o salir a tomar cervezas todo el esfuerzo se vuelva inútil” dijo e insistió en que “tenemos que tratar de ponernos de acuerdo en la necesidad de resguardarnos”. Mientras dure el aislamiento, agregó, “el Estado no va a dejar de socorrer a nadie”.
El mandatario también destacó que para el día después de la pandemia, el Estado será el protagonista del impulso de la actividad a través de la obra pública. “La economía de la post pandemia será una economía movilizada por el Estado” con “planes, créditos blandos e incentivos para la inversión”, pero remarcó que “la obra pública será el eje central de la reactivación. Contó que ese era un punto de sus viajes a las provincias, acordar con los gobernadores que “empezáramos a poner en marcha la obra pública”.
Por otra parte, reveló que en los últimos días mantuvo una conversación con su par de Chile, Sebastián Piñera, y que este le manifestó su voluntad de “complementar esfuerzos” entre ambos países por la pandemia. No obstante, remarcó que “antes de ver cómo congeniamos con los vecinos, tenemos que ver qué tenemos que hacer entre nosotros”.
Espionaje ilegal del macrismo
“Me da mucha vergüenza vivir en un país donde ocurren esas cosas. No me cabe en la cabeza que el Estado nos esté espiando”, dijo al mandatario a la vez que aclaró desconocer los pormenores de la investigación judicial y evitó pronunciarse sobre las responsabilidades que se le señalan al ex presidente.
“Me irrita profundamente porque eso es absolutamente antagónico con un Estado de derechos. Nos acusan a nosotros (el oficialismo) de prácticas que tienen que ver con regímenes totalitarios” y sin embargo “ellos sí hacían esas cosas”.
La acción de hacer que desde el Estado se espíe a dirigentes, periodistas y religiosos es algo “que está totalmente en contravención de la calidad republicana que muchos de ellos dijeron preservar”, dijo en alusión a los ex funcionarios de Juntos por el Cambio. Lo que hicieron, añadió, es “de una dictadura”.
“Me da vergüenza que las peores prácticas de una dictadura se ejerzan en democracia. Me da asco”, sentenció.
“Ninguna negociación es fácil”
Durante la entrevista, el Presidente también se refirió a la negociación por la deuda con acreedores privados. Remarcó que “la Argentina no tiene crédito desde antes de que lleguemos nosotros”, es decir con el gobierno de Mauricio Macri a quien “el FMI ya le había dejado de dar fondos”.
Indicó que la crisis del coronavirus “complicó la economía y la negociación de la deuda porque muchos de los acreedores especulan con una negociación para cuando pase la pandemia”, pero ratificó su “confianza en encontrar un punto de acuerdo. “Ninguna negociación es fácil”, manifestó y recalcó que “la Argentina debe dejar esta triste manía de tomar deuda que después no puede cumplir”. “Quiero que en la historia que venga no tengamos que seguir discutiendo esto.”
“La pandemia nos alteró las prioridades, pero las prioridades son las mismas”
En otro tramo de la entrevista, Alberto Fernández reiteró que algunas de las prioridades de su gobierno siguen siendo “la deuda, la economía y cómo mejorar la calidad institucional del país” pero admitió que todas “se han visto alteradas por la pandemia”. “Las prioridades no han sido alteradas, lo que se vio alterada fue la realidad”, remarcó.
Admitió que “las carencias” que padecían algunos sectores de la sociedad “se complicaron mucho más como consecuencia de la pandemia” pero destacó que “el plan de lucha contra el hambre” que lanzó antes de asumir el cargo sigue en pie. En este sentido subrayó que el Estado “está socorriendo a la población económicamente activa casi en su totalidad” e insistió que “la pandemia nos alteró las prioridades, pero las prioridades son las mismas”.
Además, anunció: "en los próximos días enviaré al Congreso el proyecto de ley de reforma judicial”, que había prometido durante su asunción y la apertura de sesiones ordinarias en marzo de este año. “Tenemos que trabajar para tener una mejor Justicia en todas las instancias, porque eso es algo que reclaman los argentinos”, puntualizó.
Confirmó también que en los próximos días designará formalmente a Cristina Camaño como directora de la Agencia Federal de Inteligencia y aclaró : “No abdiqué en mandar también el proyecto de ley del aborto sino que postergué su envío por la urgencia” desatada tras la pandemia. “No lo dejé de lado, es un tema importante a resolver”, subrayó.
“Creo en el multilateralismo”
Por otra parte se refirió a la “ausencia de liderazgos mundiales” y consideró los estragos económicos provocados por la pandemia tiene relación con que “nadie se plantó frente a la crisis, sino que por el contrario vimos la profundización del conflicto entre Estados Unidos y China”.
“Como yo no creo en la bipolaridad ni en las hegemonías, sino que creo en el multilateralismo, pienso que hay que vincularse con el mundo cuidando los intereses argentinos”, expresó y puntualizó que para esto es necesario “profundizar la relación con el Mercosur” como algo “central”.
Reconoció que “algunos países no promueven” la fortaleza del bloque, pero subrayó que él seguirá “trabajando para que Latinoamérica se integre” en un mundo post pandemia. “Tenemos la posibilidad de escribir otro mundo” y durante este tiempo “habrá que ver si el capitalismo financiero que se derrumbó como un castillo de naipes tiene sentido de que continúe”.
“¿Vamos a seguir creyendo en la mano invisible del mercado?”, se preguntó. “¿Vamos a seguir desatendiendo la cuestión ambiental?”, dijo y consideró que tal vez sea “hora de revisar los términos de la producción”.
”No le pido permisos al Reino Unido”
El Presidente ratificó también que el tema por la soberanía del archipiélago y las Islas Malvinas “volverá a ser una cuestión de Estado” y dejó claro que, en ese sentido, “la usurpación de nuestras islas sigue siendo una demanda constante sobre la que nos vamos a ceder”.
Afirmó que en los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri “hubo un retroceso” en materia de soberanía que permitió “el avance del Reino Unido” tanto en la explotación de esas tierras como en el Mar Argentino.
“Yo no le pido permiso al Reino Unido, que está usurpando tierras argentinas”, dijo y enfatizó “no vamos a claudicar” en el reclamo, sino más bien “seguir insistiendo en organismos internacionales” para que Gran Bretaña cumpla con los mandatos de la ONU al diálogo por la soberanía.
En este sentido destacó que el gobierno nacional está terminando de diseñar un Consejo Permanente sobre las islas integrado por todos los partidos políticos y hasta ex combatientes, a través del cual se seguirán “reclamando los derechos argentinos” con el objetivo de “convertir a Malvinas en una cuestión de Estado”. “Hasta que no recuperemos ese territorio, no vamos a dejar de reclamar”, concluyó.