"Muchas de las cosas que estamos comercializando se relacionan con el mundo que se viene", se entusiasma Marcelo Girotti, CEO del Grupo BGH. En diálogo con Cash, cuenta cómo se volvió a la producción en Tierra del Fuego, los proyectos de exportación de servicios de ingeniería y la situación de acceso a las divisas. "Fue un error tremendo desarmar la industria de notebooks", advierte en relación a la apertura total de importaciones durante el macrismo.

¿Cómo se reorganizó la empresa a partir de los nuevos desafíos sanitarios?

- Tenemos cuatro unidades de negocios: la manufacturera que produce electrodomésticos en Tierra del Fuego y otras tres en Buenos Aires, las cuales vienen trabajando en forma remota y relativamente bien. En el caso de Tierra del Fuego, si bien el aislamiento comenzó el 6 de marzo, antes que en el resto del país, también volvió antes la producción, el 7 de mayo. Tenemos un protocolo estricto que está dando buenos resultados, basado en el distanciamiento de las líneas de producción y la toma de temperatura con cámaras. En la planta, tenemos dos turnos de seis horas en lugar de las nueve horas originales y están yendo a trabajar entre 500 y 600 personas. Ahora estamos con tres cuartas partes de las líneas de producción activas.

¿Cómo viene siendo la respuesta del mercado?

- Hay que recordar que nuestro negocio venía cayendo desde mediados de 2018 y durante casi todo 2019, con bajas de hasta el 50 por ciento en algunos segmentos. Sin embargo, nuestra proyección es que muchas de las cosas que estamos comercializando se relacionan con el mundo que se viene. La gente pasa más tiempo en casa cocinando, por lo cual demanda electrodomésticos que antes tal vez no necesitaba. Al mismo tiempo, la casa se va transformando en lugar de trabajo y de estudio, con lo cual necesitan más computadoras. También se demandan más nuestros servicios, como por ejemplo la cyberseguridad, ahora que los bancos trabajan en forma remota. Nuestra línea de servicios de ingeniería está creciendo y esperamos exportarlos a otros países. Queremos abrir nuevos mercados e ir transformando nuestro negocio, desde lo manufacturero y fabril hacia un negocio de servicios profesionales y conocimiento.

¿Puede haber problemas de oferta por el parate de plantas y dificultades en los suministros de partes y piezas desde Asia?

- Estuvimos parados casi dos meses y el stock estaba bastante finito, con lo cual en telefonía celular, notebooks y televisión hay algunos problemas de oferta que se van a ir regularizando. El resto de las categorías vienen más holgadas.

Con la cuarentena se disparó la demanda de notebooks, pero la industria nacional quedó desarmada y con producción cero luego de la apertura a las importaciones dispuesta por el gobierno anterior. ¿Cómo analiza esta situación?

- Fue un error tremendo desarmar la industria de notebooks. No permitió un aumento de la oferta, los precios están atados al dólar, se perdieron empleos y la posibilidad de tener un producto que estuviera más al alcance del bolsillo argentino.

¿En qué estado está el proyecto de relanzar la fabricación y entrega de computadoras a alumnos y alumnas del sistema educativo?

- El tema se está explorando. Según los números del Ministerio de Educación, entre 2011 y 2015 se entregaron 5,3 millones de computadoras y entre 2016 y 2019, apenas 800 mil. Este contexto de pandemia te deja mucho más en evidencia la necesidad que tienen los chicos de contar con una computadora para estudiar a distancia, pero muchos no la tienen. Por nuestra parte, somos socios de la empresa Positivo, con quienes tenemos operaciones en este tipo de proyectos en países de Africa y en Uruguay. La visión local trae mejores resultados, por los precios, el servicio de logística, distribución y posventa.

¿Las restricciones cambiarias pueden afectar la operación de la empresa?

- El Banco Central sacó una resolución por la cual exigía que el pedido de las divisas sea equivalente al monto por el cual se hace la importación. El tema es que uno pide divisas para pagar importaciones que ya fueron realizadas, porque se paga a plazo. Hubo una corrección y ahora la situación está más alineada. Creo que una vez resuelto el tema de la deuda, se va a relajar el problema del acceso a las divisas para producir.