“Llevar el teatro a casa”. Esa es la nueva propuesta de la AM 750 que lanza Vuelve, un ciclo de radioteatros que podrán escucharse todos los sábados, a las 23. Con un formato unitario de cincuenta minutos de duración, y diversidad de historias y temáticas, la programación reúne a un grupo amplio de artistas con el objetivo de acercar ficción de calidad y entretenida a los oyentes.
La actriz Marina Glezer, conductora de Pasajera en trance (domingos de 13 a 16), fue quien asumió la dirección artística general y la producción integral del ciclo. “Conformé un proyecto plural, diverso y versátil en sus criterios artísticos y estéticos. Y trabajé con una libertad rotunda, pero también me encontré frente a un abismo”, asegura sobre la iniciativa que se gestó recientemente, hace un mes. Y agrega: “Gisela Marziotta fue quien propuso hacer unos radioteatros para apelar a contagiar solidaridad en estos momentos en los que todo el arco cultural de artistas, técnicos y actores estamos últimos en la lista para volver a reiniciar nuestras actividades”.
El sábado 20 será el turno de la primera emisión con La irresistible ascensión de Simonsin, con dramaturgia de Martín Slipak, quien también asumirá un rol protagónico, junto con Rocío Bazán, Marina Glezer y la participación del locutor Eduardo Aliverti como narrador invitado. Y en las siguientes transmisiones se sumarán: Paraguay, de Lucía Maciel y Paula Grinszpan, con Manuela Martínez Morán, Mariano Saborido, Sasha Falcke y Román Martino; Lo que abunda, de Pablo Dipierri, con Agustín Radagast y Fernanda Metilli; Falso refugio es el pasado, de Paula Siciliani, con Leticia Siciliani y Matías Venzi; Hansel y Gretel revisan su pasado, escrita e interpretada por Malena Pichot y Julián Lucero; Eva y el tiempo detenido en un tic tac, de Mariano Dorr, con Antonella Costa y Susy Shock; Fe, de Eugenia Pérez Tomas, con Yanina Gruden y María Onetto y Esas Mujeres, de Leandro Arecco, con Mariana Genesio y Josefina Scaglione. Además, entre los artistas ya confirmados, también participarán Emiliano Carrazzone, Sofía Gala, Julián Doregger, Jorgelina Aruzzi y Valeria Lois, entre otros.
“Convoqué a teatreros”, cuenta la curadora del proyecto en el que algunos artistas interpretan textos de su autoría, escritos especialmente para la convocatoria. “Era espectacular esa libertad de poder decirles a los actores que trabajen su propio material. Poder hacer tu propia dramaturgia e inventar una ficción es un espacio lúdico hermoso”. Y ese doble aporte es precisamente el que hizo Slipak, convocado por su compañera y colega.
“Marina me invitó a actuar, pero le dije que también me daban ganas de escribir. Y mientras escribía, empecé a descubrir que a partir del sonido es infinito el mundo que uno puede crear. Y desde esa amplitud se me ocurrió escribir una historia irónica, sobre una familia de Adrogué que se escapa del planeta Tierra en el 2021, cuando ya los líderes abandonaron el planeta y a la humanidad, que queda sujeta a una extinción inminente. Pero Simonsin, su padre y su madre no se vencen y se escapan en un Fiat 1, modelo´89, una especie de DeLorean argento (risas)”, anticipa el actor, quien explica que la trama deriva en una “filosofía muy bizarra” porque en medio de la escapatoria el niño protagonista, Simonsin (interpretado por Bazán), formula diferentes interrogantes acerca de la sociedad y el sistema e interpela a sus mayores. “Yo estoy acostumbrado más a la escritura de monólogos, y en este caso necesariamente tenía que haber mucho diálogo, y ser un texto dinámico y entretenido. Después, al momento de actuarlo lo pensé desde un punto de vista muy didáctico, claro y explicativo”.
El radioteatro supo ocupar la centralidad del consumo cultural popular antes de la irrupción de la imagen con la llegada de la televisión. Y esa es justamente la raíz que busca reflotar Vuelve, en tiempos donde la hegemonía de lo visual se fortalece como consecuencia del aislamiento social. “Queríamos explorar lo auditivo, y que los oyentes prendan la radio y durante cincuenta minutos estén enganchados escuchando una historia. El teatro involucra a todos los sentidos, y hay un juego entre el espectador y el actor. Y en el streaming eso se pierde totalmente, porque no hay algo vivo. En cambio, en la radio, donde está implicado el oído, el público escucha algo mientras eso está sucediendo”, opina Glezer, quien experimentó ese formato radial, según confiesa, a través de Les Luthiers, Alejandro Dolina (La venganza será terrible) y Mario Pergolini (¿Cuál es?). “Esa fue la estética que fui a buscar”, asegura.
Por su parte, Slipak tuvo su propia experiencia radioteatral cuando apenas tenía 12 años y formaba parte del elenco de la obra Una bestia en la luna. “Aquella vez me quedó la sensación de que el radioteatro se podía permitir unas licencias increíbles, y tenía ganas de jugar otra vez con ese formato tan antiguo y significativo en una época. Me entusiasmaba mucho experimentar”.
Ambos artistas reconocen que el proyecto colectivo, además, es una nueva posibilidad para reactivar el músculo creativo, adormecido por la paralización de su oficio. “Vuelve responde a esta época que estamos viviendo, a esta especie de reinvención obligada a la que estamos sujetos los actores y dramaturgos. Estamos viendo todavía dónde nos colocamos y cuáles son las nuevas maneras de expresión que podemos tener desde este encierro”, dice el actor, quien acaba de estrenar Pepper, todo por un like, serie que protagoniza, transmitida por TECtv, donde se pone en el papel de un youtuber que “está en la cresta de la ola” hasta que de un día para otro comienza a perder influencia entre sus seguidores.
“Cada uno está encontrando hoy las formas de hacer arte y subsistir. Y yo no soy crítico de ninguna, porque se dio mucho el debate acerca del formato digital del teatro y hay mucha gente diciendo que eso no es teatro. Me parece que es una situación donde no tiene tanta cabida la crítica, sino que se entiende que todos los medios son un poco placebos que estamos encontrando para sobrevivir, no deprimirnos y reencontrarnos con nuestra profesión como podemos”, agrega el multifacético artista que también se prepara para presentar Celine, un cortometraje de su autoría y dirección, donde comparte escena con Marilú Marini y que podrá verse en Cine.ar desde el 30 de junio.
“La carencia potencia la creatividad”, sostiene por su lado Glezer. “Hoy no se puede ir al teatro, pero podemos llevarlo a las casas a través de la radio. De la incapacidad de poder llevar nuestros cuerpos a la acción nace esta embestida y esta fuerza infernal de poder crear a pesar de la pandemia. Tenemos ingenio, creatividad y ganas de trabajar para alegrar, porque la cultura busca eso: dar un aire, un respiro”, añade la actriz que destina parte de su rutina a escribir su primer largometraje La ruptura, que espera comenzar a rodar en 2021, mientras continúa con el nuevo emprendimiento radial que promete sostener en el futuro. “La radio es plural, abierta, federal y accesible, entonces hay una receptividad del colectivo artístico con la idea de que es un gran momento para hacer radioteatro. Además de ser una salida laboral, es lindo correrse del concepto de la radio vinculado con la noticia y trabajar el sentido auditivo, porque como sociedad nos viene muy bien trabajar la escucha”.