"Te vas a cagar de hambre", le dijo riéndose a Felipe Martínez Carbonell su profesor de Historia de la secundaria, cuando en una clase compartió su deseo de ser director de cine, como si el éxito o el logro personal se midieran solamente por parámetros económicos. Once años después, a sus 29 años, Felipe trabaja en Los Ángeles de lo que soñó desde que tenía doce años y está por estrenar Retrato Imaginario, su cuarto cortometraje, que fue filmado íntegramente en Rosario, con técnicos y artistas locales. "Me llamaba la idea de volver a mi ciudad y trabajar de vuelta con la gente con la que había trabajado en mis inicios; y la verdad tengo que decir que no hay nada que envidiar entre Rosario y Hollywood en cuanto a equipo técnico y artístico", destaca a Rosario/12 el joven realizador.

Desde su hogar en Miami, donde está radicado actualmente, Martínez Carbonell recordó ese incómodo momento que le tocó vivir en la secundaria, y que hasta el día de hoy tiene muy presente. Abrazando su amor por el arte desde chico, al graduarse de la secundaria rápidamente se anotó en la Escuela Provincial de Cine y TV. "Fue una gran experiencia, principalmente porque yo venía de un colegio privado y el ingresar a un instituto público me abrió la cabeza. Pude ver otro mundo que no había visto anteriormente, no solo en cuanto a lo artístico sino también en relación a cuestiones políticas y sociales con las que no había tenido contacto", mencionó.

Mientras estudiaba en Rosario, se animó a abrir su propia productora junto a un grupo de amigos que estudiaban con él y juntos hicieron sus primera experiencias audiovisuales. De esa manera, llegó a filmar tres cortometrajes: Delincuentes, Llantos y Momento, una antología de cortos que ganó el Festival Latinoamericano de Video de Rosario en 2014.

Después de esos trabajos, consideró que había más por aprender y decidió irse a Los Ángeles a estudiar Producción de Cine en la Universidad de California e intentar abrirse camino en la salvaje industria hollywoodense. Allí consiguió trabajar para pequeñas productoras, desempeñándose en el área técnica de algunas películas protagonizadas por reconocidos actores y actrices como Michael Cain, Jessica Lange, Shirley MacLaine, Katie Holmes y Demi Moore.

"Retrato Imaginario asusta a la gente no por el temor a la aparición de un monstruo ficticio sino más bien por el monstruo humano"

Sin embargo, decidido a hacer su propio camino y ponerse al frente de sus obras, el año pasado volvió a la ciudad para filmar Retrato Imaginario (retratoimaginario-film.com), un cortometraje de terror de 15 minutos que tiene como protagonista a Valeria, una joven artista con cierto desequilibrio mental que conecta con su difunta madre por medio de la creación de un cuadro familiar como una forma de liberarse de su desquiciado padre y su abusivo abuelo, interpretados por Julio Chianetta y Mirko Buchín, respectivamente, mientras que el rol femenino quedó a cargo de la joven actriz rosarina Cecilia Li Causi.

--¿Cómo se te ocurrió la idea de tu último cortometraje?

--Cuando empecé a escribirlo, lo había pensado como un largometraje pero a mitad de camino me di cuenta que la historia daba más para un cortometraje y a la vez pensé que sería bueno antes de dar ese salto, filmar mi último corto con todo lo aprendido en el camino y para darle un punto final a esa etapa.

--¿Tuviste alguna inspiración en particular?

--Me guié por algunas películas que había visto, principalmente en La bruja de Robert Eggers, porque ahí vi un terror diferente al que uno está acostumbrado últimamente, donde el susto no pasa tanto por los sonidos y las escenas sorpresivas sino más por los sentimientos y las emociones que se transmiten. Por eso creo que Retrato Imaginario tiene eso: asusta a la gente no por el temor a la aparición de un monstruo ficticio sino más bien por el monstruo humano.

--¿Por qué elegiste Rosario para filmarlo?

--Me llamaba la idea de volver a mi ciudad y trabajar de vuelta con la gente que había trabajado en mis inicios y antes de irme de Estados Unidos. Y la verdad tengo que decir que no hay nada que envidiar entre Rosario y Hollywood en cuanto a equipo técnico y artístico. La calidad de los profesionales rosarinos es muy buena, son todos muy talentosos. La única gran diferencia es la parte de la distribución porque en Estados Unidos está todo más industrializado y hay que buscar la inversión por medios propios. Además, una de las cosas que me plantee cuando vine acá es no dejar nunca de lado a mi país, entonces mi idea siempre fue mantener ese vínculo. Incluso en el futuro mi objetivo es volver para apoyar a la industria nacional.

"La verdad tengo que decir que no hay nada que envidiar entre Rosario y Hollywood en cuanto a equipo técnico y artístico"

--¿Usaste una sola locación?

 

--Sí, en este caso elegí uno de los edificios más antiguos que tiene Rosario, que está ubicado en Laprida y Córdoba, justo enfrente al edificio La Bola de Nieve. Uno de los departamentos perteneció a mi abuelo, Gonzalo Martínez Carbonell, quien era coleccionista de cuadros e incluso tiene intervenciones artísticas en varias paredes de la casa, y justamente la historia está relacionada con el arte y el poder que tiene de cambiar nuestras vidas. Si bien tuvimos que adaptar la locación a lo que pedía el guión, el lugar fue ideal para generar el clima que buscaba. 

--Todo el equipo con el que trabajaste es rosarino…

--Sí, excepto Cameron Williams, mi esposo estadounidense, que fue quien hizo la música. El resto son todos rosarinos. La experiencia fue muy positiva y superó las expectativas cuando vimos el resultado final. En lo personal fue muy enriquecedor volver a mi ciudad, ver tanta gente con la que empecé trabajando y escuchar sus experiencias y logros en el mundo audiovisual.

--¿Qué temas abordas en este corto?

--Hay dos temáticas planteadas. Por un lado, la protagonista usa el arte para escaparse de la realidad y ahí está lo que dije antes sobre el poder que tiene el arte de cambiar nuestras vidas y liberarnos; y después también está la historia b, que sería la parte emocional de la historia, que es ella conectándose con su difunta madre por medio del retrato que está realizando y ahí la temática sería la lucha de la mujer. Entonces quise transmitir eso desde mi punto de vista. Acá en Estados Unidos yo soy parte de una minoría porque vine como inmigrante, y eso me hizo ver el punto de vista de una minoría, y como parte de una minoría no puedo darle la espalda a otra, tenemos que luchar juntos.

--Ahora lo vas a llevar a varios Festivales…

--Sí, al ser un productor independiente, los Festivales de cine son la forma en que podemos conectar con la audiencia. Ahora estamos terminando con el marketing de la película para luego enviar todo a los festivales. Vamos a aplicar a los más grandes, como Sundance, Cannes, Tribeca, entre otros. Y si todo mejora con el tema del coronavirus, la idea es presentarlo en Rosario en diciembre en el Cine El Cairo o en el teatro El Círculo, pero todavía no lo decidí. También planeo hacer presentaciones en Buenos Aires, en Los Ángeles y en Miami, que son lugares donde conocemos gente y consideramos que podemos llenar las salas.

--¿Y cuáles son tus próximos proyectos?

--Actualmente estoy trabajando en lo que será mi primer largometraje porque mi meta siempre fue hacer uno antes de los 30. También será una película de terror y si bien mi idea es filmarlo en Estados Unidos, porque la historia transcurre en Nebraska, también lo pienso como una co-producción con Argentina porque tranquilamente podemos recrear ese escenario allá.