Un atacante terrorista mató ayer a tres personas y causó 20 heridos en las inmediaciones del Parlamento británico, en Londres, capital del Reino Unido. El agresor murió luego abatido por disparos de las fuerzas de seguridad.
El hombre atropelló con un auto modelo Hyundai i40 4x4 gris oscuro a los peatones que cruzaban el puente de Westminster, mató a dos e hirió a 20, y se dirigió luego al recinto del Parlamento, donde acuchilló a un policía antes de ser abatido. “Desgraciadamente puedo confirmar que cuatro personas murieron. Entre ellas, un policía que protegía el Parlamento y un hombre que se cree que era el agresor, que fue abatido por un policía”, dijo el principal responsable antiterrorista de la policía británica, Mark Rowley. Un médico del Hospital de Saint Thomas, que se encontraba a 200 metros del lugar de los hechos, y que atendió a las víctimas, describió sus heridas como catastróficas. Uno de los heridos es una mujer que se había lanzado al Támesis y fue rescatada aunque con severas lesiones.
Pese a que la Policía aún no identificó al hombre dos medios, uno local, informaron ayer que se trataría de Trevor Brooks, un imán nacido en Londres conocido como Abu Izzadeen, que ya había captado la atención de las autoridades. La cadena de noticias saudita Al Arabiya y Canal 4 de televisión británico señalaron a Brooks como el atacante de ayer e informaron que la inteligencia de Reino Unido ya lo había señalado como “un predicador del odio”, según la agencia de noticias ANSA. Brooks, un descendiente de jamaiquinos nacido en el este de Londres que llegó a ser imán de una comunidad del noroeste de la capital, según estos medios, desapareció del radar de las autoridades británicas en el 2015.
Luego de estrellar el vehículo y salir de él, el terrorista habría logrado entrar en los jardines del Old Palace Yard, junto al edificio, antes de ser abordado por agentes de policía y habría atacado a uno de ellos con un puñal de entre 12 y 15 centímetros. En las imágenes que trascendieron se puede comprobar que cargaba con dos cuchillos. De esta manera, un compañero del agente habría realizado varios disparos contra el atacante. Se cree que actuaba solo aunque no se descarta que contara con algún cómplice.
“Como habrán apreciado los colegas los acontecimientos se suceden con rapidez y quiero enfatizar que el conocimiento definitivo que tengo por el momento es muy limitado”, declaró el líder de la Casa de los Comunes, David Lidington. “Lo que puedo decir es que ha habido un incidente serio”, dijo. “Parece que un agente de policía ha sido apuñalado. El supuesto atacante ha sido disparado por la policía. Una ambulancia está atendiendo en el lugar de los hechos. También hay relatos de más incidentes violentos en las proximidades”, añadió.
El atentado dio paso a escenas de caos y pánico. La gente corría por las calles de Westminster, los diputados se encerraron en sus oficinas, y el sonido de las sirenas y los helicópteros se apoderó de todo el centro de Londres. Las autoridades evacuaron las inmediaciones del Parlamento, tras lo que no dudaron en decir que fue un atentado después de analizar el ataque. “Estamos considerando esto como un acto terrorista mientras no tengamos otros elementos que lo contradigan”, dijo rápidamente la policía. La sesión que se estaba celebrando en Westminster fue suspendida y el edificio fue cerrado y acordonado. La policía informó además que desplegó efectivos por toda la ciudad y pidió a los ciudadanos que permanezcan alerta. La estación de subte más próxima al Parlamento, Westminster, fue cerrada al público, y la policía pidió a la gente que evitara las zonas de Whitehall, los puentes de Westminster y Lamberth, la calle Victoria y el embarcadero de Victoria, así como la zona de Embankment, para permitir el tránsito de los servicios de emergencia.
En el momento del ataque, la primera ministra Theresa May se encontraba en el interior del Parlamento, donde se celebraba la sesión semanal de preguntas a la primera ministra. Fuentes oficiales confirmaron que abandonó la sala y estaba a salvo. Más tarde, May dijo que presidirá una reunión de su gabinete de crisis en su residencia de Downing Street, muy cerca del lugar del ataque. May y el gobierno aseguraron en un comunicado que tienen presente en sus pensamientos a las víctimas del “horroroso” atentado. May anunció luego que no elevará el nivel de amenaza terrorista. “El nivel de amenaza ha estado en severo durante cierto tiempo, y eso no cambiará”, dijo May en un mensaje ante Downing Street, calificando el atentado de nauseabundo y perverso. El grado de severo es el segundo más alto, significa que es altamente probable que haya atentados y está por debajo de crítico, que se activa en caso de amenaza inminente.
“Para los que estábamos en el Parlamento en el momento del atentado, es un recordatorio de la valentía de la policía”, añadió. El área de Westminster, con el Big Ben, la sede del Parlamento y la mayoría de ministerios y dependencias gubernamentales, es muy concurrida por turistas y funcionarios. “El escenario del atentado no es una coincidencia. El atacante eligió golpear en el corazón de nuestra capital, donde gente de todas las nacionalidades, religiones y culturas se reúnen para celebrar los valores de la libertad, la democracia y la libertad de expresión”, aseguró May y agregó: “Nunca nos rendiremos al terror. Y nunca permitiremos que las voces del odio y el mal nos dividan”.
El ex ministro polaco de Relaciones Exteriores Radoslaw Sikorski, que estaba en el lugar, y publicó imágenes en Twitter, explicó que un coche atropelló a cinco personas en el puente de Westminster. “Oí lo que me pareció que era una colisión, miré por la ventana del taxi, y vi a alguien por el suelo, muy mal. Luego vi a otra persona, que también estaba mal, y otras tres, una sangrando profusamente”, dijo a la BBC. A su vez, el primer ministro francés Bernard Cazeneuve confirmó que entre los heridos hay tres estudiantes franceses, de entre 15 y 16 años, que resultaron heridos mientras se encontraban de visita escolar en la también capital de Inglaterra. Dos de ellos se encuentran en estado crítico.
Londres sufrió en julio del 2005 unos atentados contra los transportes públicos que dejaron 56 muertos, incluyendo a los cuatro hombres que los perpetraron. Además, ayer se cumplió un año de los atentados en Bruselas que causaron 32 muertos y más de 300 heridos.