Juan Aguilera es médico especialista en reproducción humana asistida y desde hace 22 años trabaja con parejas y personas que buscan gestar. Contó que la desinformación es uno de los principales problemas que hay cuando lxs pacientes llegan a consulta. En un mundo donde la decisión de gestar y de tener hijxs se ve afectada por las demandas sociales, la información es poder.
La fertilidad es algo que las personas no tienen en cuenta en si hábito rutinario, hasta que, en un momento determinado de la vida desean formar una familia, pero en la mayoría de los casos no se toman en cuenta cuestiones básicas, como, por ejemplo, la edad fértil (muy distinta en hombres y mujeres).
“Eso hace que las mujeres lleguen a la consulta con el especialista tarde, el 80% de las consultas que recibimos son de mujeres mayores de 35 años, edad en la que comienza a disminuir la posibilidad de lograr un embarazo de forma natural y también con los tratamientos, esa desinformación aumenta la vulnerabilidad sobre todo en las mujeres”, explicó el especialista.
Cuando se habla de “edad fértil”, Aguilera aclaró que las personas gestantes “nacen con una cantidad de óvulos y después que menstrúan por primera vez, en cada ciclo menstrual se van perdiendo óvulos de un pull determinado, es decir el ovario a lo largo del ciclo menstrual durante toda la vida reproductiva pierde óvulos. A partir de los 32 años, y sobre todo después de los 35, esos óvulos sufren alteraciones genéticas, se van deteriorando desde el punto de vista genético, entonces va disminuyendo la posibilidad de que se genere un embarazo normal y que llegue a término, por eso a medida que avanza la edad el riesgo de tener un aborto es mayor”.
En la era de las mujeres que disputan espacios de poder y en la que también se dejaron de romantizar cuestiones como la maternidad y el cuidado, la persona va a decidir sobre si gestar o no, cómo gestar, también cómo y dónde parir o dónde no hacerlo. “Sólo falta la parte del tiempo y de la información, por eso siempre recomiendo a las personas que postergan su maternidad, informarse antes de tomar la decisión, la información es un derecho y hay que ejercerlo para decidir con libertad”, explicó Aguilera.
En el caso de Salta, la falta de información es tal que las parejas acuden muy tarde a la consulta profesional, Aguilera indicó que desde que llegan a consulta "hasta que se logra una gestación, las parejas van descubriendo la naturaleza del cuerpo, más si hablamos de mujeres con edad reproductiva avanzadas. Vemos como ellas se sorprenden o buscan otras opiniones. Es muy frecuente que estos tratamientos conlleven un duelo, es por eso que se trabaja con equipos interdisciplinarios ya que el proceso termina en la aceptación de la realidad y a partir de ahí encarar el tratamiento que corresponde con expectativas reales”.
Siete años de la ley de reproducción asistida
Desde que se promulgó la ley 26.862, quedó establecido que toda persona mayor de edad, cualquiera sea su orientación sexual o estado civil, tenga obra social, prepaga o se atienda en el sistema público de salud, puede acceder de forma gratuita a las técnicas y procedimientos realizados con asistencia médica para lograr el embarazo.
Para Aguilera, esta ley no solo abrió la posibilidad a las parejas de poder realizar tratamientos a los que antes no podían acceder, sino que “además permitió que se hable más del tema y la información genera curiosidad” esto provocó en su caso particular que se dupliquen los tratamientos. “El espíritu de la ley está orientado a cumplir con el derecho a formar una familia y esto también contempla a las parejas igualitarias, y por suerte cada vez hay más consultas de este tipo, aunque no es lo mismo en parejas hombres y en parejas de mujeres”.
En el caso de las parejas de mujeres, “es mas simple, ya que hay óvulos y un útero dónde gestar”, explicó el médico. En cambio, “cuando son varones el proceso es más largo porque hay que recurrir a la maternidad por sustitución y en ese caso, lo hacemos con autorización judicial”.
En relación a las parejas igualitarias, Juan Aguilera contó que es muy positiva la experiencia y que en el centro de fertilización asistida ya tienen un caso dónde se autorizó judicialmente este procedimiento y agregó: “Estos caminos sólo se allanan con la lucha de los pacientes, son ellos los que logran la autorización y así se abren camino para aquellas parejas que vienen por detrás”.
Primera consulta gratuita
Junio es el Mes Internacional del Cuidado de la Fertilidad, es por ello que en SARESA, centro de Reproducción Humana Asistida, que funciona bajo la dirección de Juan Aguilera, se tomó la decisión de brindar consultas gratuitas a todas las personas que deseen acceder a información sobre tratamientos, indicaciones, cuidados.
“Brindaremos la primera consulta totalmente gratuita porque creemos que la información es poder y en necesario acercarla a la población”, dijo el médico. Además, contó que cuando un paciente llega al centro "con intenciones de realizar un tratamiento y toma esa decisión, activamos un protocolo donde se personaliza la atención de un equipo compuesto por especialistas en reproducción, endocrinólogos, nutricionistas, psicólogos, sexólogos, bioquímicos y embriólogos. Es importante que la gente se acerque y sepa cómo se trabaja en estos ámbitos”.