En la primera escena de The Great (dispuesta la semana pasada en STARZPLAY), la protagonista idealiza su inminente matrimonio con el emperador de Rusia. “Allá tienen osos. Quizás consiga uno. Se ven lindos”, lanza mientras se balancea en una hamaca. El deseo de la zarina se cumplirá aunque de un modo particular. El animal –símbolo del gigante europeo- será ejecutado por su propio esposo en medio de hurras, copas rotas y una fiesta que se desmadró. Ésa es la clase de humor perverso y elocuencia a la que apela la ficción de diez episodios creada Tony McNamara (guionista de La Favorita) para enseñar las garras del poder.
The Great, tal como anticipa el cartelón negro de apertura, es “una historia real en ocasiones” focalizada en Catalina (Elle Fanning) y su conversión en la mujer del título. No es una biopic romantizada de su figura ni de su vínculo con Pedro -una mezcla de varios Romanov-. Ella es una chica soñadora, muy locuaz y pizpireta casada por arreglo con un zar (Nicholas Hoult) que insiste en golpear a sus ministros, tener sexo con las cortesanas y actuar –y beber- como un cosaco. Los protagonistas del relato, ubicado en la Rusia de finales del siglo XVIII son, en definitiva, dos mocosos atrapados en cuerpos de adultos. El emperador, a ojos de la mujer, pasa de príncipe azul a “bufón curioso”, “completo idiota” y finalmente en tirano a derrocar. Tarea complicada ya que solo cuenta con dos aliados en San Petersburgo: un consejero de la corte (Sacha Dhawan) y Marial (Phoebe Fox), una exaristócrata devenida en sirvienta.
La serie no tiene el más mínimo interés en apegarse a los hechos. Todo lo contrario. El dialecto es hiperbritánico, los dueños de la tierra rusa pueden ser negros y las expresiones no están lejos de las de unos millenials privilegiados. Gran parte del divertimento de The Great es justamente la insolencia con la que se trata a la “Historia”. A eso se suman el total desprejuicio en el tono, su anacronismo musical (Patti Smith, Primal Scream, Cat Power y Suzy Quatro forman parte del soundtrack) y el manierismo estético de esta sátira sobre el ejercicio del poder. O mejor dicho, de cómo una mujer carente de toda autoridad va a conspirar para hacerse de ella. Y es, a su vez, un retrato corrosivo sobre el terror y la resiliencia de la propia protagonista, víctima de varias torturas y vejaciones.
Las resonancias con María Antonieta (Sofia Coppola; 2006) y Ricardo III (Richard Loncraine; 1995) saltan a la vista. La veta popmoderna, el amor por el artificio y la lascivia son claves en el relato. Pero principalmente deviene de las obsesiones de su creador, Tony McNamara, quien tuvo luz verde para la realización de este proyecto luego de haber escrito el guion de La Favorita (Yorgos Lanthimos; 2005), película con la que la serie tiene una conexión absoluta (¿o absolutista?). El realizador manifestó que su interés, más allá de los corsets de época, era reflejar la vitalidad e intensidad de sus personajes.
Dos protagonistas que no podrían ser más antagónicos. Catalina viene a representar el Iluminismo y Pedro a la vieja guardia imperial. “Hay una explosión de ideas en Francia”, dice ella embelesada con la lectura de Voltaire. “Y hay una explosión de sífilis en Kiev”, le responde su marido durante una cacería. En The Great los diálogos están cargados con esa malicia y Fanning (quien ya había interpretado a un personaje ambivalente en El Seductor) las pronuncia con picardía. Hoult, por su parte, se pavonea con su perversión. A Pedro le desagradan los mutilados porque no pueden bailar en las fiestas, tiene a su madre momificada en medio del palacio y detesta a su esposa. La misma que está complotando para llegar al mando y revivir al oso.
Programados
* La semana pasada Fox Channel estrenó la tercera temporada de S.W.A.T (va los miércoles a las 22). El protagónico está a cargo de Hondo Harrelson (Shemar Moore), un agente de Los Ángeles que tiene un pie en la comunidad afroamericana y otro en la fuerza policial. Claramente la intención fue adecuar la serie de acción a los tiempos que corren y, por este motivo, sus realizadores se refirieron al caso de George Floyd. “Nos sentimos frustrados, enojados pero determinados a hacerlo mejor. Dentro y fuera de la pantalla”, expresaron los productores Aaron Rahsaan Thomas y Shawn Ryan. Ya tiene asegurada su cuarta temporada.
*30 Rock se anota a la lista de los regresos televisivos. Primero fue el frustrado reencuentro de Friends, le siguieron las fotos virales del elenco de The Office, y ahora se confirmó que la sitcom de Tina Fey tendrá un especial navideño. Así que Alec Baldwin, Tracy Morgan, Jane Krakowski y el resto de la troupe volverá a la carga con la comedia que se desarrollaba en los pasillos de un canal de tevé. “Todos estamos felices de tener esta excusa para trabajar (remotamente) de nuevo juntos para la NBC”, dijo Fey.
*Amazon Prime Video estrenará el 10 de julio La Jauría. Thriller chileno que ahonda en los abusos contra mujeres y la perversión on line, tiene como escenario colegios católicos, analiza a la sociedad trasandina y las protestas feministas. Consta de ocho episodios, un elenco múltiple (Daniela Vega de Una mujer fantástica y la cantante Anita Tijoux) y la dirección de Lucía Puenzo. LINK (https://www.youtube.com/watch?v=MD1VDJVvpfM&feature=youtu.be)
El personaje:
Brendan Filone de Los Soprano (Anthony DeSando). Clásico exponente del tipo arruinado, amante de los vicios, ladrón de baja estofa que desafiaba a superiores y hacía chistes inapropiados. Fue la tercera de las noventa y cuatro muertes que sucedieron en toda la serie. Pero fue la primera del team de Tony y, posiblemente, la más lógica de todas.