El equipo de campaña de reelección del presidente estadounidense Donald Trump salió en coro a relativizar la decepcionante asistencia que tuvo su acto del sábado en Tulsa , culpando a los manifestantes por crear una "atmósfera hostil" y bloquear el paso a los seguidores del magnate. La Casa Blanca había prometido que el promocionado evento, el primer acto oficial de Trump en tres meses, llegaría a convocar hasta 100 mil personas. Pero las imágenes televisivas mostraron varios sectores de asientos vacíos en el BOK Center, un estadio con capacidad para 19 mil espectadores.
En concreto, el Departamento de Bomberos de Tulsa informó que apenas unas 6.200 personas asistieron al esperado relanzamiento de campaña del mandatario. Muchos de quienes pidieron entradas para asistir al evento luego no concurrieron, en una acción organizada principalmente a través de la red social TikTok que despertó la ira de los republicanos. Para completar el combo de malas noticias, se supo que seis colaboradores que participaron de la organización del acto dieron positivo de covid-19.
Mercedes Schlapp, ayudante de la campaña de Trump, justificó la baja concurrencia al aclararle a Fox News que muchos seguidores no pudieron entrar al BOK Center. "Hubo factores involucrados como la preocupación por los manifestantes. Algunos incluso bloquearon a los asistentes", aseguró Schlapp, quien se hizo eco de una explicación ofrecida el sábado por la noche por el director de comunicaciones de la campaña de Trump, Tim Murtaugh, quien dijo que los manifestantes estaban "bloqueando el acceso a los detectores de metales, lo que impedía que la gente entrara". Los trabajadores de prensa presentes en el lugar refutaron sus palabras al considerar que no registraron dificultades que impidieran el acceso al estadio.
En la última semana, circularon además informaciones de que usuarios adolescentes de TikTok habían boicoteado el acto. Un esfuerzo coordinado se tejió en la red social durante los días previos al mitin de Trump, alentando a los estadounidenses a registrarse en línea para el evento gratuito y luego no asistir. TikTok es una plataforma para adolescentes pocas veces utilizada para la acción política.
Cientos de usuarios publicaron videos mostrando que se habían registrado para el evento. Publicaciones similares en Instagram y Twitter acumularon miles de "me gusta". Un video, con más de un cuarto de millón de reproducciones, llamó en especial a los fanáticos del K-Pop a unirse a la campaña de trolleo masivo. Los seguidores de este género son una fuerza mayoritaria en redes sociales: publicaron más de 6 mil millones de tuits sólo el año pasado. A principios de este mes, los fans del K-Pop se unieron en torno al movimiento Black Lives Matter que resurgió con fuerza tras el asesinato de George Floyd en Minneapolis.
El presidente Donald Trump, quien eligió no pronunciarse al respecto, tiene una especie de obsesión por las grandes multitudes y a menudo presume de sus concurridos actos. Compararlos con los de su rival demócrata, Joe Biden, es uno de sus pasatiempos favoritos en Twitter. Mercedes Schlapp se burló de un evento reciente de Biden en el que los organizadores siguieron las pautas de distanciamiento social, asegurando que el exvicepresidente era incapaz de atraer multitudes como lo hacía Trump. Lo cierto es que Biden aventaja a Trump por 9,5 puntos en las encuestas nacionales, según un promedio realizado por RealClearPolitics.
Quien sí aprovechó para burlarse de la situación fue la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, que eligió tuitearle al gerente de la campaña de Trump, Brad Parscale: "Los adolescentes de TikTok golpearon la campaña de Trump con reservas falsas para entradas y te engañaron haciéndote creer que un millón de personas querían tanto que tu supremacista blanco estuviera ante un micrófono como para llenar el estadio en medio de la covid-19".
Además del sabor amargo que le dejó la baja concurrencia, el equipo del presidente debió lamentar los contagios de coronavirus de seis miembros que trabajaron en la organización del mitin pero no estuvieron presentes el sábado. El acto se celebró a pesar de la pandemia de coronavirus y de que incluso el estado de Oklahoma había informado recientemente un récord diario de contagios.