El ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó este lunes que “La soberanía monetaria significa tener una moneda confiable. Es la piedra angular del desarrollo económico”. El funcionario sostuvo que se trata de “una virtud que debe construirla la sociedad argentina en su conjunto”.

El Palacio de Hacienda presentó un informe sobre la situación de la deuda en moneda local en donde se muestra que empieza a revertirse paso a paso el desequilibrio acumulado en el macrismo. Se destacaron el estiramiento de los vencimientos de la deuda, la baja de las tasas y las colocaciones de títulos enfocados en la sostenibilidad financiera.

Guzmán señaló que “para acabar con el patrón de inestabilidad macroeconómica que por tanto tiempo ha caracterizado a nuestro país necesitamos poder recuperar la confianza en nuestra moneda. Es un camino que requiere de esfuerzos persistentes”.

Mencionó que “apenas asumimos nos pusimos como uno de los objetivos poder generar instrumentos de ahorro y de financiamiento en pesos, y así lograr empezar a romper con la lógica dolarizadora que profundiza los desequilibrios estructurales del país”.

Para el ministro el primer escalón en este sendero es normalizar el mercado de deuda pública en pesos. “En los primeros meses del año pudimos suavizar el perfil de vencimientos de capital e intereses que mostraba una fuerte concentración en 2020”, remarcó.

El documento del Ministerio de Economía muestra en detalle el proceso de licitaciones de bonos en moneda local en los últimos meses permitiendo conseguir tres elementos claves: 

1. Alargar los vencimientos de los títulos.

2. Bajar las tasas de interés a niveles compatibles con la recuperación de la economía.

3. Garantizar la sustentabilidad de las nuevas colocaciones.

Guzmán planteó que “desde el día 1 nos propusimos sanar el mercado de deuda pública como punto de partida para construir una Argentina con soberanía monetaria y vamos por ese camino”. 

El secretario de Finanzas, Diego Bastourre, detalló que “en diciembre, el panorama del mercado de deuda en pesos era muy complejo, estaba virtualmente cerrado. Los vencimientos para el 2020 eran muy elevados y concentrados en el primer semestre. El mercado estaba totalmente ilíquido con títulos que cotizaban al 35 o 40 por ciento de paridad”.

En el documento de Hacienda se mencionó que “el panorama heredado lucía complejo, ya que no sólo el financiamiento se encontraba virtualmente cerrado, sino que se enfrentaban elevados vencimientos concentrados en el corto plazo”. Se agregó que “a lo largo del año 2020, las obligaciones en pesos con inversores privados eran de 1,15 billones de pesos, de los cuales el 74 por ciento ocurrían en el primer semestre”.

La secretaría de Finanzas mencionó que “la política de normalización que se llegó delante permite mostrar ahora logros significativos

* baja de tasas de interés a niveles sostenibles, 

* extensión de plazos, 

* reducción sustancial de los vencimientos en 2020, y 

* aumento de la participación de la financiación en pesos en el total de deuda”.

Los datos del documento del Ministerio de Economía indican que el Gobierno enfrenta vencimientos de capital e intereses por 1,04 billones de pesos en lo que resta del año, de los cuales 570.039 millones, el 55 por ciento del total, tienen por acreedor al sector privado. 

A su vez, se precisó que el stock de pasivos en moneda local aumentó su proporción en el total, pasando de representar el 14,4 por ciento en noviembre de 2019 al 15,3 por ciento en mayo.

Se necesita restablecer el funcionamiento del mercado de deuda pública en pesos porque es indispensable para desarrollar del mercado de capitales, un elemento crucial para incentivar el ahorro en instrumentos denominados en pesos”, indicó el Palacio de Hacienda.

En este desafío empezaron a hacerse los primeros avances importantes. El Gobierno, según Economía, consiguió extender los plazos de sus obligaciones de deuda y aumentar la participación de la financiación en pesos en el total de deuda. Esto permite empezar a reducir la vulnerabilidad financiera generada por los pasivos en dólares acumulados en el macrismo.