Será pronto, pero todavía no. La decisión de aplicar nuevas restricciones a la cuarentena en el AMBA es un hecho dado el crecimiento en los contagios, pero ocurrirá en unos días. Así quedó resuelto en el encuentro que mantuvieron en Olivos el presidente Alberto Fernández, el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, poco antes de que se conociera otro récord de casos, con 2.146 y números muy parejos para la Provincia y la Ciudad, con 32 nuevas muertes. Si todavía no se volvió para atrás fue por la idea de Rodríguez Larreta de que hay que esperar al momento justo, dado el cansancio que arrastra la gente por el extenso aislamiento. Antes del fin de semana, muy probablemente el viernes, se encontrarán de nuevo para analizar los últimos datos y establecer la prórroga de la cuarentena que vence el domingo, que seguro incorporará las nuevas pautas.
"Si la tendencia sigue como hasta hoy, en crecimiento, en unos días más tendremos que ir a mayores restricciones rápidamente para reducir drásticamente la movilidad", expresó luego Kicillof, que es quien más ha venido trabajando en los últimos días para que se vaya conformando un clima propicio para endurecer el aislamiento. El indicador al que hacen referencia de manera insistente es a las camas de terapia intensiva disponibles. "El sistema de salud bonaerense estará en unos 20 o 30 días al máximo de su capacidad", aseguró la subsecretaria de Salud, Leticia Ceriani, que también remarcó que para impedir que eso suceda la única herramienta disponible es "una cuarentena más estricta".
El encuentro en Olivos se hizo más temprano que lo acostumbrado. Fue al mediodía aunque no hubo almuerzo. Hubo un análisis de los datos respecto a número de contagios, camas ocupadas y circulación en las calles. La foto de los últimos días pareció calmarse con el número de casos diarios en alrededor de 1.500 luego de haber superado los dos mil la semana pasada. Pero en Gobierno explicaban que esa merma tenía que ver con la pausa en el trabajo de los laboratorios de fin de semana pero que sabían que los casos iban a aumentar, como quedó confirmado unas horas después con el nuevo número, que emparejó los dos distritos del AMBA: 1.037 en la Provincia y 1.024 en la Ciudad.
"Todo indica que la situación va a empeorar, mucho y muy rápido", aseguraban en la Rosada. Insistían con la idea de que lo que se está viendo es la foto de hace entre 10 y 15 días atrás, la situación real de hoy seguro es bastante más complicada. Si se hiciera un cálculo por millón de habitantes, la Capital registra 1.544 contagios frente a los 377 de la Provincia. Sin embargo, las preocupaciones mayores las tiene el gobernador por la características habitacionales de la Provincia y por la cantidad de población.
Todo esto fueron cosas que ya conversaron Kicillof y Rodríguez Larreta junto a sus funcionarios la semana pasada en La Plata. Como contó el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, ayer temprano, en esa reunión ya habían llegado a un consenso respecto a la decisión de endurecer la cuarentena y sólo permanecían las diferencias en cuanto al momento. En la Provincia querían que se hiciera cuanto antes y en la Ciudad buscaban patearlo todo lo posible, por lo menos un mes más. El debate del jefe de gobierno porteño pasa entre atender las demandas de un sector de su electorado que viene cuestionando el aislamiento obligatorio y la responsabilidad de gestión de mantener a flote el sistema sanitario y salvar vidas frente a la pandemia. Tampoco es una cuestión menor la situación económica de la Ciudad, que depende en buena medida de la apertura de los comercios para sostener la recaudación.
En la Provincia esperaban que entre el mes que quería estirar la Ciudad la definición y las urgencias que planteaban ellos, el Gobierno nacional zanjara a su favor. De hecho, en la entrevista que dio el fin de semana Alberto Fernández avisó que la situación sanitaria se mantendría a salvo en la medida que la población recuperara la disciplina de los inicios de la cuarentena. "El Presidente dejó en claro su posición que es que cuanto antes tomemos una decisión, mejor", comentó Kicillof.
Provincia y Ciudad convinieron la confección de un índice AMBA que reúne cinco indicadores como contagios, mortalidad, movilidad en el transporte y camas disponibles. En los últimos días, todos empeoraron sensiblemente. La velocidad de los contagios se aceleró fuerte la semana pasada en el Conurbano, pero ahora se reprodujo en la Ciudad. Es muy difícil separar un distrito del otro, por eso la decisión de unificar el criterio y tomar decisiones en común. Hasta ahora se decidieron mayores controles en el transporte público, en el tránsito vehicular y expandir todo lo posible en plan Detectar para ir en busca de los contagiados y de la trazabilidad de los casos.
Los números del Ministerio de Transporte indicaron que hubo una reducción en el uso del transporte público. Este fin de semana -que se celebró el Día del Padre- viajaron en promedio diario poco más de 472 mil pasajeros respecto a los 521 mil y los 509 mil de los dos fines de semana anteriores. Es una baja aunque bastante leve. Con respecto a la ocupación de camas de terapia intensiva, el Ministerio de Salud de la Provincia informó que se llegó al 51,7 por ciento, pero no es igual en todos los municipios. Hay casos en los que se llegó al 60 por ciento.
Son las variables que seguirán analizando hasta el viernes, cuando seguramente volverán a juntarse Fernández, Kicillof y Larreta para resolver la prórroga de la cuarentena que vence el próximo domingo. Ya aclararon que no se volverá a la "fase 1" como se venía diciendo, porque eso resultaría muy complicado. Pero que ambas jurisdicciones tienen que resolver qué actividades se vuelven a cerrar o se les establece restricciones como determinados días u horarios para funcionar. Aseguran que se resolverán de común acuerdo para todo el AMBA de manera que no haya diferencias y así evitar que la gente circule entre las jurisdicciones.