“Hay una flexibilización laboral de hecho y en nombre de la pandemia hay sectores concentrados que se aprovechan para vulnerar derechos”, fue una de las conclusiones que arrojó el encuentro virtual entre representantes de la CTA y la CGT con sus pares de España. Hay sectores del gremialismo que entienden que por cómo se vienen dando las cosas, la salida de la pandemia o la “nueva normalidad” apunta a profundizar la presión de las grandes empresas para aumentar la productividad reduciendo condiciones de trabajo, en lugar de establecer nuevos valores de mejor convivencia social y revalorización del rol de los trabajadores y del Estado. Analizan que en un contexto de desmovilización de la fuerza de trabajo hay una profunda crisis por lo cual el capital necesita recomponer su tasa de ganancia. También advierten sobre el impacto de la decisión oficial de pagar el aguinaldo en cuotas y el impuesto a las grandes fortunas.
El seminario fue organizado por el Programa de Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (CETyD) de la Universidad Nacional de San Martín, dirigido por Matias Maito. Carlos Tomada, ex ministro de Trabajo, moderó el encuentro y recordó la propuesta del presidente Alberto Fernández de lanzar un nuevo Plan Marshall para que la economía global se recomponga de la crisis actual. "Se hace necesario discutir ese tipo de propuestas excepcionales”, indicó Tomada.
Héctor Morcillo, secretario general de la Federación de la Alimentación y del Sindicato de la Alimentación de Córdoba, consideró que “en nombre de la pandemia parece que ciertos sectores empresarios pueden vulnerar derechos de los trabajadores. Ya venimos de muchos años de pérdidas de derechos sociales. Desde la década del ’80 venimos analizando las tercerizaciones como forma de organizar el mundo laboral y la implicancia de la robotización en la situación de pérdida de puestos de trabajo. Ahora, la pandemia aceleró todos esos debates. Entonces el problema no es pensar la post pandemia sino que tenemos un problema hoy. Es urgente ver cómo actuamos para no retroceder más en nuestros derechos”.
Entre las situaciones de vulneración de derechos, Morcillo planteó el pago del medio aguinaldo en cuotas en el sector público y también de las multinacionales, incluso de parte de algunas empresas que siguieron funcionando durante la cuarentena por estar dentro del grupo de los sectores esenciales. También advirtió que “grandes compañías que han recibido ayuda del Estado no han pagado los salarios como corresponde” y que “hay presiones para que este año no haya paritarias y seguramente van a plantear tema de vacaciones”. “Esta es una flexibilización de hecho. Por eso hay que tener cuidado a la hora de sentarse en una mesa de diálogo, porque hay mucho para perder frente a los sectores más concentrados, que ven que hay una oportunidad para avanzar con más flexibilización y precarización”, agregó.
Por su parte, Hugo Yasky, secretario general de la CTA, recordó que “nosotros propusimos el impuesto a las fortunas personales, que viene a marcha lenta. Si no empezamos a discutir de qué otra manera generamos recursos en el país, esto termina en el voluntarismo y seguiremos girando en falso, inventando recortes y cuasimonedas. La crisis no la deben terminar pagando los que menos tienen”. “Está claro que entraremos en una etapa turbulenta. Si no se interpone la voluntad de los trabajadores, por la propia inercia de la crisis la nueva normalidad nos va a dejar peor de lo que estábamos hace cuatro meses”. Yasky valoró al proyecto de Ley de Teletrabajo “porque tiene el apoyo de todas las centrales sindicales y servirá como referencia para otros países” y consideró que “la prohibición de despidos fue muy útil, hoy tenemos menos despidos que en períodos anteriores que fueron críticos”. Yasky advirtió que “no vaya a ser que detrás de lo del aguinaldo se planteen problemas para el pago de los salarios”.
El relación a la intención de Latam de dejar de operar en el país, el titular de la CTA consideró que “hoy la empresa dice que tiene que irse de la Argentina porque según ellos, el movimiento sindical no les dejó achicar el costo. Ellos van a plantear un escenario de guerra, pero es una guerra contra los trabajadores. Es una opción que grupos empresarios toman no sólo contra nosotros, sino contra el gobierno".
Cristina Faciaben Lacorte, Secretaria Internacional y de Cooperación de las Comisiones Obreras de España, analizó que "para las multinacionales, la fórmula más tentadora es la precarización, que también estará impulsada por la subida del desempleo producto de la crisis, por lo cual habrá montones de personas dispuestas a trabajar en peores condiciones que las que tenían”. Faciaben Lacorte también se refirió al teletrabajo y destacó la importancia de "aplicar una regulación con una clara orientación protectora".