El estado de San Pablo, uno de los más afectados en Brasil por la pandemia de coronavirus, inició pruebas en dos mil personas con el prototipo de vacuna que se desarrolló en la Universidad de Oxford. El proyecto británico es uno de los más avanzados contra la Covid-19, y podría comercializarse a la brevedad.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil dio luz verde para hacer pruebas, en un país cuya máxima autoridad, el presidente Jair Bolsonaro, no se cansa de provocar y burlarse de quienes sostienen la necesidad del aislamiento social para paliar la propagación del virus.
Brasil acumula 1,1 millones de contagiados y 51.271 muertes, de acuerdo a los últimos datos del ministerio de Salud. Es el segundo país más afectado del mundo, con algo menos de los casos positivos que tiene Estados Unidos ( 2,3 millones), según el conteo global de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore.
En Brasil, la investigación es llevada adelante por el Centro de Referencia para Inmunobiológicos Especiales (CRIE) de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp), con la coordinación de la empresa Weckx y el apoyo financiero de la Fundación Lemann, del multimillonario Jorge Paulo Lemann.
Según se informó, la vacuna de Oxford usa un vector viral inactivado. Se trata de una versión atenuada de un adenovirus de chimpancé que fue modificado y al que se le agregó información del SARS-CoV-2.
El virus se inyecta a los pacientes e ingresa en sus células sin provocar la enfermedad, pero, a través de las proteínas, es reconocido por el sistema inmune.
Desde la Fundación Lemman estimaron que "los especialistas tienen un largo camino que recorrer antes de poder celebrar los buenos resultados" y que " lo que vendrá después, todavía no lo sabemos".
La idea es testear la vacuna en el universo de 2 mil personas en Brasil, lo cual convierte al gigante de América del Sur en el primer país, después del Reino Unido, en el que se realizan pruebas en seres humanos.
Según la universidad paulista, los resultados serán clave para registrar la vacuna en el Reino Unido, algo que podría producirse para fines de 2020, aunque ello dependerá de los resultados que se obtengan.
En este momento, la vacuna se testea en más de 10 mil personas. Al mismo tiempo, ya se puso en marcha la fabricación de un millón de dosis para que puedan aplicarse sin demoras si la vacuna es efectiva.