Después de las últimas revelaciones de la semana pasada de más de 8.000 documentos sobre la intervención de la CIA a teléfonos, computadoras y televisores con más de 1.000 virus espías; ahora Wikileaks vuelve a la carga con nuevos documentos que certifican que la agencia de seguridad norteamericana también infecta a iPhones y iMacs de Apple, aún después de que se borre el disco duro o se reinstale el sistema operativo.
En este nuevo apartado del proyecto “Vault 7”, el portal de filtraciones a cargo del ciberactivista Julián Assange presentó nuevos trabajos sobre cinco virus que son capaces de hackear a los artefactos electrónicos de la compañía fundada por Steve Jobs para convertir a los artefactos electrónicos en micrófonos, incluso cuando están apagados. "Este es sólo un pequeño ejemplo del material que se va a venir", adelantó Assange en una conferencia por Periscope, y agregó: "Esto puede afectar a millones de personas por lo que tiene que hacerse con cautela. Tiene que haber canales de seguridad involucrados y tiene que haber acuerdos".
Assange se había negado a dar detalles a las grandes empresas electrónicas sobre las vulnerabilidades que la CIA aprovechaba, hasta que no solucionaran los vacíos de seguridad. Samsung y Apple reaccionaron en consecuencia y señalaron hace unos días que ya hicieron las modificaciones necesarias en sus programas.
El manual del “Sonic Screwdiver”, que publicó hoy Wikilieaks, data de noviembre de 2012 y tiene dentro de sus funciones principales “ejecutar códigos maliciosos en computadoras Mac”, tanto laptops como de escritorio, “para permitir ataques cibernéticos”. Los documentos sobre el virus MacOSX “Triton, su infector “Dark Mallet” y su versión “DerStake” también se incluyen en este nuevo apartado que llamaron "Dark Matter" (Materia Negra).
Si bien muchos de los análisis de “Vault 7” son de 2012 o 2013, Wikileaks confirma que en 2016 la CIA actualizó estos sistemas y que, incluso, está trabajando en la producción de la evolución del DerStake para adaptarse a las nuevas actualizaciones de los sistemas Apple.
La CIA ya negó que la primera ola de documentos sean reales y aseguró, a través del director de la Oficina de Asuntos Públicos del organismo (Dean Boyd), que la agencia “no hace” vigilancia electrónica a los individuos del país. También acusó a Wikileaks de intentar “dañar la capacidad de la comunidad de inteligencia de proteger a Estados Unidos contra los terroristas y otros adversarios".