El ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, pidió que la ex mandataria provincial María Eugenia Vidal haga declaraciones sobre el espionaje ilegal del que fue víctima realizado por Asuntos Internos de la policía bonaerense. "Me gustaría conocer la opinión de la gobernadora con respecto a esto ya que conoce muy bien a este señor Berra", dijo en relación con Guillermo Berra, el ex titular de esa oficina policial durante la gestión de Cambiemos.
Este martes se supo que el actual embajador de Brasil había sido investigado de manera ilegal por Asuntos Internos de la Bonaerense. En diálogo con Radio 10, el ex gobernador contó que "en uno de los allanamientos" realizados a las oficinas de esa dependencia "se accede a discos donde estaban todas las operaciones e información recolectadas ilegalmente en cuanto a mi gestión de gobierno, en cuanto a mis amistades. Me enteré ayer, me generó shock, son cosas que me dan asco".
Scioli se sumó así a una lista de nombres de funcionarios, intendentes y hasta miembros de la Corte Suprema bonaerense que fueron espiados por la red de espionaje montada desde la agencia de inteligencia nacional, al mando durante el gobierno de Mauricio Macri de Gustavo Arribas.
Investigaciones previas señalaron a Berra, quien durante la gestión de Vidal era titular de Asuntos Internos, como el principal acusado de espiar a intendentes, fiscales, empresarios y militantes.
Para el ex candidato a presidente por el Frente para la Victoria, la red de espionaje macrista que se revela a diario "da asco". "Me asombra cómo se está desenmascarando un accionar en la provincia de Buenos Aires que no era ajeno" a lo que pasaba a nivel nacional. Las investigaciones ilegales sobre su persona apuntaban a "desacreditarme y destruirme políticamente", señaló, como parte de "la obsesión" contra su gestión.
La lista de espiados
Además de periodistas cercanos y opositores de la gestión de Mauricio Macri, la lista de espiados es tan grande que por estos días cabe preguntarse a quién no espió desde la AFI Gustavo Arribas. Lo más ominoso de la maniobra igela tal ve sea que no se salvaron no los propios.
Fueron espiados Laura Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción y enamorada confesa del expresdiente; el entonces jefe de la bancada del PRO en la Cámara de Diputados, Nicolás Massot; el periodista Luis Majul; los radicales y socios políticos Mario Negri, Ernesto Sanz y Ángel Rozas; el ex embajador de Cambiemos en Uruguay Mario Barletta; el entonces gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, quien mantenía buenos lazos con el Ejecutivo nacional; el secretario general del gremio de Sanidad, Héctor Daer; el vicejefe de Gobierno y el jefe de Gobierno porteño, Diego Santilli y Horacio Rodríguez Larreta y hasta la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.
Ahora Scioli se enteró de que él no fue la excepción.
Entre los dirigentes que no formaban parte del gobierno de Cambiemos fueron espiados Hugo y Pablo Moyano; el diputado Rodolfo Tahilade, la ex abogada de Milagro Sala y actual ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad Elizabeth Gómez Alcorta; la diputada Gabriela Cerruti; el ex titular de la Afsca Martín Sabatella; el actual gobernador de Santa Fe, Omar Perotti; el diputado del Frente de Todos Marcos Cleri; la actual ministra de Educación de Tucumán, Silvia Rojkés; y el actual embajador designado por la Argentina ante la OEA, Carlos Raimundi; entre otros. Además, fueron espiados los mails de varias dependencias de fuerzas policiales, entre ellas, de la Comisaría 3ª de Avellaneda; la Superintendencia General de la Policía Bonaerense, la Policía de Lanús y la Policía Científica.