El contagio de 1.553 personas con coronavirus en torno a un matadero del oeste de Alemania obligó este martes a las autoridades regionales a decretar el cierre parcial de la vida pública en los distritos de Gütersloh y Warendorf, mientras los epidemiólogos llamaron a reforzar la prudencia ante este y otros rebrotes locales.
El jefe del Gobierno del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, anunció esta medida, de la que dijo que "desde el punto de vista de las cifras" en principio sería innecesaria, ya que más allá del rebrote en la empresa cárnica Tönnies, el número de contagiados en el distrito afectado es de 24 personas.
"Eso nos permitiría decir que el foco está localizado, pero vamos a dar un paso más y ordenar el cierre de la vida pública para el distrito de Gütersloh" hasta el próximo día 30, con el objetivo de "calmar" y "obtener claridad" sobre la situación general, indicó en una rueda de prensa. La medida se extendió luego a Warendorf, donde residían algunos trabajadores de la empresa cárnica. De los 6.140 test realizados en el matadero, 1.553 dieron positivo, a lo que se suman algunos otros casos confirmados del entorno familiar.
Las autoridades regionales han elaborado un paquete de cinco medidas que incluyen la reducción de los contactos al núcleo familiar u otras formas de convivencia en un hogar y el cierre de locales e instalaciones públicas y privadas, así como actividades donde no es obligatorio el uso de mascarilla.
Asimismo se "forzará" el cumplimiento de la cuarentena y, por otra parte, se ampliará la realización de test a todos los grupos vulnerables, a todos los empleados en empresas cárnicas y a todo ciudadano interesado en conocer su estado.
El primer paso tras detectar el rebrote en el matadero fue el cierre de colegios y guarderías, que afectó a 50.000 menores, señaló. En cuanto a la empresa cárnica, se procedió a su cierre y al aislamiento inmediato de sus 7.000 empleados, aún los que todavía no se habían hecho el test pertinente.
Parte de los afectados son trabajadores procedentes de Rumanía y Bulgaria, a los que Laschet garantizó una "atención cuidadosa", atendiendo las dificultades que supone su situación de cuarentena, lejos de sus familias.
En colaboración con la Cámara de Industria y Comercio se determinará qué otras empresas cuentan con trabajadores subcontratados y alojados en instalaciones compartidas y se les llamará a testear también a sus empleados de manera "profiláctica" y "preventiva".
Se trata del primer distrito en Alemania afectado por la reintroducción de medidas restrictivas desde el regreso gradual a la llamada "nueva normalidad" a lo largo del mes de mayo.