“Quiero pedirte, quiero rogarte que este mensaje viaje y vuele por todo el país. Este es el mes de marzo, el mes del día del niño por nacer, quiero pedirte que pongas al bebito en tu agenda. Colgá al niño del balcón. Poné el sticker del bebito en tu auto que va a salvar vidas. Va a viajar solo y va a recorrer miles de kilómetros. Quiero pedirte que vayas a los negocios para que se comprometan y lo pongan en la vidriera. Yo te aseguro que si ponés al bebito la vida que vas a salvar está a la vuelta de la esquina. Soy Mariana Rodríguez Varela y quiero llevar al bebito a tu casa” dice un video que se viralizó entre la sorna, el espanto y el asombro por una campaña contra el derecho al aborto encabezado por una madre (de las que se intitulan madre pulpo y que ostentan su elección de tener seis hijos como una ética del anti DIU) que, hasta ahora, solo había sido presentada como modelo de ama de casa dedicada, apologista de dejar el trabajo (y todo lo demás) por una familia numerosa. 

“No les dicen que el aborto deja un lugar vacío para siempre, deja una herida que nada la va a salvar, la falta de esa persona va a estar para siempre. Nosotros queremos salvar al bebito, al hermano, los primos, al padre. La sola presencia del bebito hace cambiar la idea de la madre”, arremete Mariana Rodríguez Varela, sin respetar derechos sexuales y reproductivos (también se opone a la anticoncepción de emergencia) y a una libre elección sin riesgos de muerte, ni presiones frente a una mujer o adolescente que puede decidir si continuar (o no) con un embarazo. 

Pero Mariana Rodríguez Varela tiene un prontuario familiar más escabroso. No se trata solo de árbol genealógico sino de una trama que devela que los grupos pro vida no se interesaron mucho por la vida de los bebés durante la dictadura militar, sino por una ideología que restringe el derecho a decidir de las mujeres y que, en pleno terrorismo de Estado, también hizo terrorismo sexual y prohibió los anticonceptivos. Mariana es hija de Alberto Rodríguez Varela, que fue ministro de Justicia en la dictadura cívico militar durante el gobierno de facto de Jorge Rafael Videla. Además defendió al mayor genocida de la historia argentina. La actuación de Rodríguez Varela no fue solo como funcionario público y defensor del emblema de la dictadura argentina. La justicia también pidió su detención. El diario La Nueva Provincia, de Bahía Blanca, salió en su defensa y se quejó de una “arbitraria persecución” (el 9 de mayo del 2008) y mostró los laureles de Rodríguez Varela. Fue Fiscal de Estado, entre 1976 y 1978 y desde 1978 a 1981 fue Ministro de Justicia de la Nación sin que la justicia actúe, bajo terrorismo de Estado y en complicidad con el plan sistemático de robo de bebés.

En el fallo sobre el circuito Camps el Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata- integrado por los jueces, en ese momento, Carlos Rozanski, Mario Portela y Roberto Falcone- volvió a pedir su detención por tormentos y privación ilegal de la libertad a la familia Gravier por los testimonios de Héctor Timerman y Lidia Papaleo ya que él visitaba el centro clandestino de detención Puesto Vasco donde fueron torturados. Una nota de la periodista Alejandra Dandán, del 20 de diciembre del 2012, en Página/12 relataba “Los jueces (…) ordenaron la detención inmediata y reclamada desde hace años del entonces fiscal de estado bonaerense Alberto Rodríguez Varela, que luego fue ministro de Justicia, porque los testimonios probaron que entrevistó a los Graiver en Puesto Vasco”. El 24 de marzo es un nuevo aniversario de un golpe cívico militar en donde Rodríguez Varela es un personaje clave en la participación civil. 

El 22 de diciembre del 2012 el diario La Nación publicó un comunicado de la Academia de Derecho y la Académica de Ciencias Morales que, incluso en base al linaje intergeneracional, rechazaban el pedido de cárcel para Rodríguez Varela y lo consideraban un hecho de venganza y de represión ideológica. La justicia también denunció las editoriales como una forma de andamiaje de justificación de la represión. Mariana también es la hermana (de una familia de siete hijos) del abogado Ignacio Rodríguez Varela, que según la editorial del diario La Nación, también era víctima de una persecución. El 12 de septiembre del 2013 el diario publicó que Rodríguez Varela jr. era discriminado (y no ascendido del cargo de secretario en una fiscalía de Saavedra) por portación de apellido. 

Los vínculos entre un genocidio de Estado, violaciones sexuales, robo de bebés y partos en centros clandestinos con una campaña en contra del acceso al derecho al aborto y la proclama para promocionar el día del niño por nacer (impuesta por el gobierno de Carlos Menem) no son azarosas, ni graciosas. Sin embargo, el humor fue la mejor respuesta para quitarle entidad a la campaña anti derechos. La guionista y humorista Flora Alkorta publicó una serie de memes con el bebito entre Beatles, en el horno, en Los Simpson y haciendo pogo en el recital del Indio Solari. En el espectáculo de Persona, con Malena Pichot, Charo López, Ana Carolina y Vanesa Strauch, también se cuelgan bebés de juguete (un poco menos impresionantes que la miniatura que sostiene Mariana entre sus dedos y da un poco de terror) para disparar contra los argumentos de los anti derechos que, en realidad, solo son anti mujeres y algunas imágenes embanderaron las redes sociales como forma de ataque de ironía contra los grupos anti derechos. “Señora del bebito, ya puse al bebito en el balcón. ¿Ahora qué hago?”, interrogó la comediante Alejandra Bavera desde Twitter con una foto de un bebé de los años 30´en Nueva York, desde una jaulita, con vista al exterior que se usaba para que tomen un poco de sol. Pero el bebito se convirtió en hit con nombre y cuenta propia (@bebitodelbalcon) que, a puro sarcasmo, proclama: “Dice mamá Mariana que si llegás virgen al matrimonio no abortás. Pensalo” o “Si mirás fijo mi foto 5 segundos se te van las ganas de masturbarte y desperdiciar futuros bebitos”.