“¿Quién descubrió los primeros medicamentos contra la leucemia? Una mujer. ¿Y la fisión nuclear? Una mujer. ¿Y el tratamiento de enfermedades con radiación? Sí, una mujer”, remachaba las pasadas semanas un artículo del diario El País que volvía sobre una necesidad evidente: la de reconocer el papel clave que el género femenino ha desempeñado en la comunidad científica, sorteando las más espinosas dificultades. Finalmente, mucho se ha hablado acerca de cómo los altos cargos en ciencias continúan siendo copados por varones, sobre cómo las mujeres no necesariamente logran ocupan las plazas de investigadores que les corresponderían por formación, o incluso a la fecha, sobre cómo muchas niñatas (o peor aún, sus padres) consideran a la física, a la ingeniería, a las matemáticas, terrenos propios de varoncitos... Por fortuna, mucho se ha dicho también sobre la importancia de acercar a jovencitas role models desde tierna juventud; por caso, desde las filas del cine, donde ciertos films biográficos ayudan a que muchachas se hagan carne del famoso “Si podés verlo, podés serlo” y sueñen con convertirse en las protagonistas de, por ejemplo, Hidden Figures (a nivel local, Talentos Ocultos); léase, científicas espaciales.

De hecho, tal ha sido el éxito de Hidden Figures que otras productoras han decidido emular fórmula, anunciando ya nuevas y bienhechoras historias de mujeres científicas reales que, aunque por muchos desconocidas, definitivamente cambiaron con sus hallazgos el mundo. Monumental Pictures, sin más, está desarrollando un film sobre Ada Lovelace, a quien le cabe el título de ser la primera programadora de la historia: pionera absoluta del siglo XIX, indiscutible referente en ciencia y tecnología, la hija del poeta inglés Lord George Byron pergeñó el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina, previendo -a diferencia de sus contemporáneos- la capacidad de los ordenadores de superar el mero cálculo numérico. Y como ya anunciase esta humilde sección el pasado año, el mes próximo llegará por HBO The Immortal Life of Henrietta Lacks, telefilm que adapta el homónimo y aclamado libro de Rebecca Skloot, protagonizado y producido por Oprah Winfrey, y recupera la historia de Henrietta Lacks: una mujer negra cuyas células revolucionaron la medicina de los 50s en adelante, utilizándose incluso hoy día en miles de investigaciones científicas cada año.

Luego, confirmada la descollante Marjane Satrapi (Persépolis) en la dirección de una venidera biopic de Marie Curie, basada en la preciosa y muy celebrada novela gráfica Radioactive: Marie & Pierre Curie, de Lauren Redniss. Aunque no es la primera cinta en volver sobre los pasos de la afamada polaca (Madame Curie, 1943, de Mervyn LeRoy; Marie Curie, 2016, de Marie Noelle, etcétera), hay quienes intuyen que esta peli podría lograr una masividad no alcanzada por sus predecesoras. “Más allá de haber ganado dos veces el premio Nobel, Curie en sí misma es un personaje épico. Pero no solo contaremos la vida de esta mujer excepcional: también la historia de la radioactividad desde su descubrimiento hasta la actualidad, el enfoque humanista de la pareja hacia su hallazgo, el cinismo de algunos sobre su uso, el efecto que ha tenido en el mundo hasta nuestros días”, adelantó la entusiasmada Satrapi.    

Oh, y no uno sino ¡dos! potenciales films (Exposure y Photograph 51, sobre la homónima pieza teatral de Anna Ziegler que estelarizó por Nicole Kidman) sobre Rosalind Franklin están en las cartas, buscando resaltar a la talentosa dama, cuya imagen de una molécula de ADN fue avance vital para descifrar su estructura… y cuyos logros capitales fueron obviados por la academia, que premió por su descubrimiento a compas varones. Además, en asuntos evidentemente vinculados, cabe también mencionar que Sundance Channel está trabajando en una miniserie, Intuition, que adaptará la novela de 2006 de Allegra Goodman sobre una científica que debe lidiar con el machismo y la inequidad de género imperantes en el prestigioso instituto de investigación contra el cáncer donde labura, en Cambridge, Massachusetts.

“Tras el rotundo éxito de taquilla de Hidden Figures, ¿están las biopics de mujeres notables en alza?”, interrogaba recientemente revista Esquire en un puntilloso artículo que, aunque mostraba la notoria suba, destacaba cómo solo un cuarto de todos los films biográficos de los últimos tres años contaba historias de mujeres. Nada que un flamante tsunami de no ayude a reparar… 

Después de todo, a los mencionados casos, se suman otros de más mujeres con peso específico que, aunque lejos de las ciencias, también abrieron históricas puertas y ventanas. La ya citada Monumental Pictures, de hecho, está trabajando en una cinta que contaría la historia de las primeras mujeres que pudieron ingresar en la Universidad de Cambridge en 1869; y ya ha adelantado su interés por relatar vida y obra de Sarah Weddington, la abogada texana que ganó el fundacional caso Roe Vs. Wade. Durante el 2017, por cierto, vería la luz (del proyector) Woman Walks Ahead, film histórico que vuelve sobre la artista Catherine Weldon, del siglo 19, que devino activista de los derechos de los pueblos originarios (dirige Susanna White, protagoniza Jessica Chastain). Como también lo haría Mary Shelley, sobre la mítica escritora –hija, cabe recordar, de la filósofa feminista Mary Wollstonecraft– que entregó al mundo con solo 19 años la monstruosa belleza gótica Frankenstein, el moderno Prometeo (con Elle Fanning en la piel de la autora pionera, dirigida por Haifaa al-Mansour, rompedora realizadora saudí). 

Además, Lionsgate ha comprado los derechos de la autobiografía de Angela Davis de 1974 con el expreso plan de trasladar la bio autorizada de la icónica revolucionaria al séptimo arte. Y hasta dos cintas están en marcha para contar el cuento de la icónica heroína abolicionista Harriet Tubman (una, con Viola Davis interpretando a la enorme señora para un demorado proyecto de HBO; la otra, con la actriz Cynthia Erivo haciendo lo propio en una producción independiente que comenzaría a rodar a fin de este año).