Desde diciembre pasado las seis familias que viven en la Comunidad Los Flores, ubicada en la banda norte del Río Blanco, a unos 10 kilómetros de la ciudad cabecera del departamento Orán, vieron que algunos alambres habían sido dañados. Hace 15 días, no solo fue el alambrado, sino el desmonte sobre un espacio que sería de cien metros por cien metros, más un camino que desemboca en el mismo Río Blanco. La intromisión que destruyó la vegetación fue impulsada por una persona que dice ser dueña de las tierras. Los campesinos, en tanto, sostuvieron que es la primera vez en todos estos años que sufren un atropello como el acontecido.
En diálogo con Salta/12 los campesinos contaron que en un espacio de diez hectáreas viven las seis familias que siembran choclo, acelga, lechuga, naranjas, limones, y cuya cosecha es vendida en las ferias de la ciudad de Orán. Hace 15 días, parte de ese trabajo de siembra fue destruido por las máquinas. En la denuncia que hicieron ante la Policía culparon a Daniel Cornú, quien les dijo que era el dueño de las tierras porque las había comprado. Sin embargo, no mostró papel alguno de la supuesta propiedad o compra del lugar.
En la Dirección General de Inmuebles la matrícula que sufrió los daños se encuentra a nombre de la empresa Río Zenta SRL. En el plano oficial, esa misma matrícula coincide con el lugar que la Comunidad Los Flores señala como suyo.
En una nota que presentaron a las autoridades de Orán, los campesinos sostuvieron que la tierra se encuentra en su posesión desde hace más de 70 años “avalada por la Ley 26.737 Régimen de Protección al Dominio Nacional sobre la Propiedad, Posesión o Tenencia de las Tierras Rurales”.
Afirmaron además que pese a querer dialogar con la persona que ingresó a sus tierras, esta “no entra en razón”. Por el contrario, sostuvieron que el objetivo de Cornú es “construir una cantera” que “provocaría grandes daños y perjuicio a nuestra comunidad y al resto de los pobladores de la zona, provocando inundaciones por desborde del río, deforestación indiscriminada y otros daños ambientales que desde hace décadas venimos cuidando”.
“De algo sirvió la denuncia porque desde ese momento pararon los desmontes”, dijo uno de los campesinos. Sin embargo, afirmó que Cornú continúa yendo a las tierras “y entra caminando, diciendo que eso es suyo y que no lo toquemos”.
Los habitantes de la Comunidad temen la confrontación y no saben a quién recurrir por ayuda. “La gente de la Comunidad es miedosa pero duele tanta impotencia. Esta actitud psicológicamente los mató”, sobre todo a los más ancianos, afirmó el vocero.
La Ley Provincial 7658, de Regularización Dominial en tierras trabajadas por agricultores familiares y pequeños productores, prohíbe los desalojos de campesinos en el territorio de la provincia. Sin embargo, en la Comunidad desconocen de esta normativa, promulgada en 2010, y aseguran que nunca nadie se acercó en actitud de relevar su situación para poder regularizar sus tierras.
Sumario desde Ambiente
Aunque el desmonte se frenó con la denuncia policial, este miércoles en el sitio oficial del gobierno se informó que “de manera preventiva, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable dependiente del Ministerio de Producción y Desarrollo Sustentable de la Provincia, ordenó la inmediata paralización de actividades de cambio de uso de suelo en zona categorizada como de muy alto valor de conservación, según lo previsto en el Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos. Se llevaban adelante en inmediaciones a la comunidad Los Flores de Río Blanco banda norte de la ciudad de Orán”, indica el parte oficial.
La actuación llegó desde la Dirección de Fiscalización y Control, a raíz de una denuncia de pobladores de la zona. “Habiendo constatado mediante el análisis de imágenes satelitales el inicio del desmonte, tomó la determinación de tramitar el sumario administrativo y paralizar preventivamente el desmonte, en el marco del principio precautorio de la Ley General del Ambiente 25.675”, se informó oficialmente.
La normativa establece que, en caso de que haya peligro de daño grave o irreversible al ambiente “la ausencia de información o certeza científica, no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces, en función de los costos, para impedir la degradación del medio ambiente”.