Luego del lanzamiento de la XBOX Series X del año pasado, el mundo gamer había quedado estático esperando la respuesta de PlayStation. La novena generación de consolas había comenzado su despliegue y lo único que se conocía de la de Sony eran patentes extravagantes e información técnica provenientes de filtraciones.
Después de su conferencia enclenque en la E3 2018, era predecible que la empresa japonesa optara por el modelo digital de presentación. Los directos State of Play (que emulan los conocidos Nintendo Direct) tomaron el lugar de las conferencias físicas con tanto éxito que Playstation prefirió reducir su participación en los siguientes eventos.
Este modelo de presentación sirvió para efectivizar el paradigma de comunicación que sería instaurado en tiempos de cuarentena. Después de todo fue la conferencia digital The Future of Gaming la primera que reveló una consola, recién hace dos semanas.
PlayStation 5 se enfrenta a un mundo que está reevaluando los conceptos de videojuegos y digitalización. Existe un nuevo mercado que descubrió en el gaming otra manera de llenar los tiempos ociosos y encontrarse con sus círculos sociales. Quizás ésta fue la razón por la que se eligió abrir el directo con el anuncio de que GTA V y su modo online también estarían en PS5.
Un lanzamiento de una consola sin el lineup de videojuegos para sacarle fuego es una consigna bastante árida. PS5 se propuso no sólo mostrar trailers cinemáticos de 25 títulos sino que explicitó que todo el contenido había sido rendereado directamente desde la consola.
Esta nueva generación trajo tres nuevos títulos de franquicias importantes: Gran Turismo 7 , Resident Evil Village y Horizon: Forbidden West. Estos íconos Sony aparecieron entreverados entre los lanzamientos y fueron los abanderados para cautivar a la audiencia. También se anunciaron otros juegos que, si bien no son exclusivos, sí son originales.
Más allá de las especificaciones técnicas y la revampirización de la PlayStation, la mayoría de las veces son las franquicias de videojuegos las que mueven las ventas. Sony demostró que aún tiene interés por las narrativas (en su mayoría post apocalípticas) single player, y que trabaja en nuevas aventuras que quieren explotar al máximo su capacidad de procesamiento gráfico.
El público sabe que esta consola será potente, pero sin dudas Playstation quiere que se sepa que su poder se utilizará para garantizar experiencias inmersivas de las que nadie saldrá ileso.