La ola de calor que llegó a Europa fue la excusa que necesitaron los británicos para salir masivamente a las playas. Ante la aglomeración de personas las autoridades locales tuvieron que hacer intervenir a la policía. En todo el Reino Unido rigen medidas de aislamiento social para evitar el contagio del coronavirus, como guardar dos metros de distancia entre personas.
El primer ministro Boris Johnson anunció días atrás que desde el 4 de julio la distancia social se reducirá a un metro. Además ese día el gobierno permitirá la reapertura de bares, restaurantes, hoteles y cines.
En paralelo hubo otros 149 muertos por la covid-19 durante la jornada del jueves. El Reino Unido es el tercer país con más muertos por el virus detrás de Estados Unidos y Brasil.
Pies en el agua
En el día más caluroso del año en el Reino Unido, la temperatura alcanzó los 33,3 grados centígrados en el aeropuerto londinense de Heathrow. Pese a la consigna de mantener la distancia para evitar la propagación de la covid-19, las multitudes llenaron las playas. Ante esta situación el ayuntamiento de Bournemouth, ciudad costera del sur de Inglaterra, declaró la situación como un "incidente grave". Acto seguido, envió una respuesta coordinada compuesta por policías y servicios de rescate para dispersar a las personas. "Seguimos en una crisis sanitaria y el gran número de personas que visitan nuestra zona aumenta la presión sobre nuestros servicios de rescate", dijo Sam de Reya, de la policía local.
En un comunicado, el ayuntamiento catalogó la actitud de los bañistas como “irresponsable” y “chocante”. Ya con las fuerzas en las calles emitieron más de 500 multas por estacionar ilegalmente e incumplir la prohibición de acampar. También por abusos verbales ya que los ciudadanos no recibieron a los policías de la mejor forma. Sólo en la tarde del jueves se recogieron en las costas de la localidad más de 33 toneladas de basura. El gobierno local tuvo que pedirle a los habitantes de las ciudades cercanas que no concurran a sus playas. "No estamos en condiciones de recibir tantos visitantes en este momento (...) por favor no vengan, no estamos listos para recibirlos", suplicó la alcaldesa, Vikki Slade.
Reapertura a todo trapo
Los anuncios de reapertura realizados por Johnson el martes pasado tuvieron como eje la necesidad de reconstruir la economía británica. Restaurantes, pubs, peluquerías, cines y museos son algunas de las ramas que podrán volver a levantar sus persianas. Sin embargo, deberán ponen en práctica medidas para reducir el riesgo de contagio, como el uso de tapa boca, la nueva distancia social de un metro y ventilación de espacios. Durante la jornada del jueves el gobierno conservador presentó una nueva normativa para facilitar el uso de espacios al aire libre. De esta manera los pubs y restaurantes podrán habilitar sus estacionamientos como lugar de atención al público.
La administración Johnson también facilitará la creación de mercados al aire libre. Desde el gobierno explicaron que están trabajando con los consejos locales para desarrollar zonas peatonales en las ciudades. "Nuestros pubs, restaurantes y cafés son una parte vital de los centros de las ciudades de todo el país y estamos haciendo todo lo posible para asegurar que puedan recuperarse de la forma más rápida y segura posible", dijo el ministro de Empresas Alok Sharma. Representantes del sector esperan que estas medidas estén listas pronto para aprovechar al máximo los cruciales meses de verano.
Salvar la temporada
El gobierno británico ultima la negociación para crear puentes aéreos con varios países europeos. Además están revisando la cuarentena obligatoria para todos los viajeros que llegan al Reino Unido en un intento de dar oxígeno a la industria turística, fuertemente golpeada por la pandemia. El ministro británico de Transporte Grant Shapps adelantó que la decisión se conocerá el próximo lunes. El aislamiento obligatorio al llegar al país seguirá en pie para aquellos que no procedan de los destinos incluidos en el acuerdo. En un primer paso se pactaría con los destinos vacacionales más populares y considerados de bajo riesgo en relación a la covid-19. España, Francia, Italia, Grecia y Alemania forman parte de este grupo. Entre ellos no estaría Portugal, debido a que allí hubo un repunte de casos.
El objetivo es permitir a los británicos poder disfrutar de sus vacaciones sin tener que guardar una cuarentena de regreso a casa. En paralelo, que se pueda abrir las puertas a los visitantes con los que el sector turístico confía en salvar la temporada. El gobierno de Johnson trata de equilibrar su gestión entre las presiones de los sanitaristas y el sector turístico. Sin embargo parece más receptivo a las demandas de estos últimos. Los expertos en salubridad vienen emitiendo alertas sobre la alta probabilidad de que el país sufra un segundo brote del virus. Hasta la fecha el Reino Unido registró 307.980 casos positivos por el nuevo coronavirus. Sólo durante el último día se sumaron 1.118 contagiados.