El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires deberá avanzar, obligado por ley, con la urbanización de dos asentamientos: la villa Rodrigo Bueno, ubicada en Puerto Madero, y el Playón de Chacarita, también conocida como Fraga.
La Legislatura porteña le dio sanción definitiva hoy a dos leyes que contemplan las reurbanizaciones, zonificaciones e integraciones socio-urbanas de estos barrios. En Rodrigo Bueno viven 2665 personas en un total de 563 viviendas ubicadas al lado de la Reserva Ecológica Costanera Sur; y en el Playón de Chacarita, unos 2764 habitantes en 513 viviendas.
“Ya tenemos la ley, es un paso muy importante”, dijo a Página/12 Marino Sosa, delegado de la Rodrigo Bueno. El barrio mantuvo durante diez años un litigio judicial con el Gobierno de la Ciudad que terminó en agosto del año pasado en el Tribunal Superior de Justicia, cuando el Ejecutivo cambió de postura y aceptó presentar una propuesta de urbanización. En diciembre del año pasado, la Legislatura aprobó la primera lectura del proyecto.
“Ahora tenemos que trabajar para armar el reglamento para llevar adelante la urbanización por el buen camino. Queremos que sea lo antes posible. Estamos muy felices, muy contentos. Llegamos a un punto final y arrancamos otra etapa”, añadió el delegado del barrio.
Sosa se refiere al trabajo que ahora tiene por delante la Mesa de Gestión Participativa, integrada por el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), la Defensoría General, distintas organizaciones y el cuerpo de delegados. De allí tendrá que surgir, en los próximos meses, un plan detallado de los pasos a seguir para cumplir con la ley. En tanto, el 4 de abril presentarán el modelo de urbanización y el diseño arquitectónico de cómo quedarán las 563 viviendas que se construirán o remodelarán.
Según el proyecto aprobado, se abrirán calles y facilitará el acceso de los habitantes a los servicios públicos. El plan contempla la construcción de más de 300 nuevas viviendas de 2, 3 y 4 ambientes, y el mejoramiento de viviendas que hoy existen. También se incorporarán 3,5 hectáreas de nuevo espacio público y verde, y conexión a los servicios de electricidad, agua corriente, cloacas y pluviales.
En tanto, el Playón de Chacarita será reurbanizado luego de un proceso de discusión con los vecinos a través, también, de una Mesa de Gestión Participativa integrada por el IVC, la Defensoría y los delegados. “De esta manera, se definirán los criterios adecuados para la construcción de vivienda nueva, para el mejoramiento de las viviendas existentes y para la apertura de calles, entre otras cuestiones”, indicaron desde el IVC.
Mariluz Zambrana, delegada del Playón de Chacarita, advirtió que el proceso de negociaciones fue muy complejo, repleto de idas y vueltas, y que aún no quedaron del todo conformes. “El primer proyecto fue presentado sin consenso por el IVC. En la segunda lectura, logramos consensuar algunas cuestiones, aunque quedamos disconformes uno de los artículos que dice que si no hay consenso en la Mesa, la última palabra la tiene el IVC y el Gobierno”, dijo a Página/12.
Aun así, Zambrana marcó la sanción de la ley como un “paso positivo”. “Tratamos de poner lo mejor. Nosotros nos vamos a poner más firmes, teniendo una ley de por medio. Tenemos que tener en cuenta que hay otras leyes para urbanizar otras villas, que nunca se cumplieron. Sabemos que las leyes son a cambio de algo, sea un negocio inmobiliario u otra cosa”, indicó.
En ambos barrios, los vecinos comprarán sus viviendas con créditos blandos y personalizados.
“La sanción de estas leyes es un hito en el proceso de urbanización de los barrios de la Ciudad, pero sobre todo es un reconocimiento al trabajo y esfuerzo de los vecinos”, señaló el Defensor General de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Corti . Y agregó: “Finalmente, el sistema político escuchó el reclamo histórico de los habitantes de ambos barrios”.
Por su parte, el titular del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), Juan Maquieyra, se mostró conforme con el desarrollo de todo el proceso de participación: “Estamos muy contentos porque este es el resultado de un trabajo conjunto entre los vecinos y el Estado. Cada detalle de estos proyectos fue consensuado con los habitantes de los barrios, que hicieron aportes sumamente valiosos. Ahora tenemos que seguir trabajando de manera intensa para concretar este plan de integración de los barrios a la ciudad de Buenos Aires".