Un ataque con cuchillo mantuvo en vilo a la ciudad de Glasgow, en Escocia. El hecho se produjo en un hotel para solicitantes de asilo dispuesto durante la pandemia del coronavirus. Si bien la investigación avanza, se presume que un hombre atacó a varias personas dentro del alojamiento. Cinco de ellas fueron hospitalizadas junto con un agente de policía que se encuentra en estado grave. La policía mató al presunto autor del ataque. También aseguró que el mismo no está siendo investigado como hecho terrorista. Es el segundo ataque de estas características en pocas semanas.
Caos en pleno centro
El suceso ocurrió en el hotel Park Inn de la céntrica calle West George. El lugar funciona como hospedaje durante la pandemia para solicitantes de asilo, aseguró la organización Positive Action in Housing, especializada en dar alojamiento a migrantes. Un refugiado de Malasia, que dijo vivir en el tercer piso del hotel, dio detalles del hecho. El hombre escuchó a una persona pedir ayuda y los gritos de una mujer. Bajó a ver qué pasaba y encontró el ascensor cubierto de sangre y a dos personas que habían sido apuñaladas. Otro testigo aseguró haber visto cómo cuatro personas eran evacuadas en ambulancia, según la agencia de noticias británica PA. Craig Milroy, que trabaja en una oficina cercana, vio a un hombre de origen africano en el suelo, sin zapatos, con una persona a su lado asistiéndolo. "No sé si era una herida de bala, o de cuchillo o qué era", añadió Mirloy.
Otra persona identificada como Louisa, explicó a Sky News que vio tirada en el suelo a gente ensangrentada mientras eran atendidas por socorristas. "Vi a la gente salir corriendo del hotel, la policía gritando '¡las manos en alto, las manos en alto, salgan! Había coches de policía, ambulancias por toda la calle que estaba acordonada. La policía le gritaba a la gente de otros edificios que se quedaran dentro", señaló la mujer.
Un gran dispositivo de seguridad se desplegó en el centro de la ciudad y varias calles fueron acordonadas a raíz de la agresión. “El individuo contra el que la policía abrió fuego está muerto", afirmó Steve Johnson, responsable de la policía escocesa. Otras seis personas fueron llevadas a un hospital cercano. Tres de ellos son adolescentes de 17, 18 y 20 años respectivamente. Las otras dos de 38 y 53 años. El policía que fue apuñalado se encontraba en estado crítico pero estable, informó la federación de policía de Escocia. "La investigación está en curso pero la agresión no es considerada como un acto terrorista", precisó un agente.
Más allá de lo que depare la investigación, el hecho evidenció la dura realidad que viven los refugiados en Escocia. Unos cien solicitantes de asilo se alojaban en el hotel. Algunas ONG y políticos locales habían hecho fuertes críticas por las condiciones en que viven. No se les permite salir, estaban sin dinero y algunos con problemas de salud. En el lugar era imposible cumplir con las disposiciones de distanciamiento social para prevenir el contagio de la covid-19.
Los responsables políticos del país reaccionaron rápidamente expresando su consternación. El primer ministro británico Boris Johnson manifestó su congoja por lo ocurrido. "Estoy profundamente apesadumbrado por el terrible incidente de Glasgow. Mis pensamientos están con las víctimas y sus familiares. Gracias a los valerosos servicios de emergencias que están respondiendo”, afirmó el líder conservador. Por su parte, la primera ministra escocesa Nicola Sturgeon calificó al ataque como terrible. "Por favor, dejen hacer su trabajo a los servicios de emergencia y no se acerquen a la zona, y no compartan información sin confirmar”, pidió Sturgeon.
A una semana de Reading
El hecho ocurrió una semana de otro ataque con características similares. El sábado pasado tres personas murieron tras ser apuñaladas en un parque de la ciudad de Reading, en el sureste de Inglaterra. En este caso la policía sí investiga este suceso como un acto terrorista. Según la prensa británica, el autor fue un refugiado libio con problemas psicológicos. El hombre era investigado por los servicios de inteligencia británicos sin que se hubiera identificado ningún riesgo inminente. Había sido encarcelado en octubre por delitos no relacionados con el terrorismo. En 2018 atacó a una mujer policía negra. A principios de junio había sido puesto en libertad.
El lunes se realizó un acto en homenaje a las víctimas de Reading. La ministra del Interior Priti Patel aseguró que los servicios de seguridad del país impidieron 25 ataques en los últimos tres años. Ocho de ellos fueron fomentados por la extrema derecha. En el Reino Unido la amenaza terrorista se califica como de tercer grado en una escala de cinco.