El secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, advirtió que existen "presiones" contra el juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena, quien lleva la causa por el sistema de espionaje ilegal desplegado durante el gobierno de Mauricio Macri . El dirigente reveló, además, que el magistrado le confirmó que la ex ministra Patricia Bullrich había “infiltrado” espías en movilizaciones del gremio, que eran monitoreadas por el propio ex presidente.
"Escuchamos mensajes de los espías donde se confirma que se infiltraron en las movilizaciones para generar disturbios", indicó Moyano, quien el lunes pasado fue citado por Villena para ponerlo al tanto de la causa que lo tiene a él y a su padre como víctimas de escuchas y actividades de espionaje.
Lo que el dirigente comprobó en esa cita es que agentes de la AFI habían contratado unos micros para la marcha del 21 de febrero de 2018, cuando miles de personas colmaron la 9 de Julio en contra de la reforma laboral. De ese día vio “fotos y escuchas” con las cuales después “hacían análisis de los actos y le llevaban una carpeta" a Macri.
Lo que supo durante la cita con el juez fue que "desde 2017 comenzó una persecución e infiltración de reuniones de Camioneros y protestas. Está todo documentado".
“Los responsables (de esas maniobras) fueron Macri y Bullrich, y los personajes de algunos medios de comunicación", puntualizó el dirigente durante una entrevista por AM 750 en la que, además, se refirió a “las presiones que recibe el juez” de la causa por parte “de la Justicia misma y de los medios de comunicación”.
A pesar de esto, añadió, “espero que tenga la fortaleza para seguir adelante y que desfilen todos los que tengan que desfilar por los tribunales". "No entra en la cabeza lo enfermizo que era Macri", expresó al referirse a "la obsesión" del líder del PRO era detenerlo junto a su padre, Hugo.
En su interpretación, las razones por las cuales ambos fueron blanco del espionaje macrista fue porque el gremio fue uno de los que más fuertemente se opuso a la reforma laboral, “que era el acuerdo (del gobierno de Juntos por el Cambio) con los grandes grupos de inversores".
“El objetivo era yo porque no aceptábamos la reforma laboral”, puntualizó y recordó que “nos armaron una causa porque fue Camioneros quienes no permitieron que avanzara la reforma laboral". Esto mismo fue lo que por entonces denunció Hugo Moyano públicamente.
Luego fue el juez Luis Carzoglio el que reveló las intenciones del ex presidente por detener a los dirigentes que encabezan la secretaría general del gremio. Fue cuando contó que espías de la AFI lo visitaron en su despacho y le entregaron el texto de la orden de detención contra padre e hijo, para que él solo la firmase.
"Espiaron hasta a los curas villeros. Eso te demuestra hasta donde llegaron estos tipos", remarcó Pablo Moyano y sintetizó su sorpresa en una frase: "Eran tan vigilantes que hasta se espiaban entre ellos".
Por otra parte, el gremialista desmintió las versiones sobre un colapso sanitario en la obra social de Camioneros. “Es mentira que vaya a cerrar. Tuvimos cuatro o cinco internados. Tres de la comisión directiva, porque estamos en la calle, haciendo entre 80 y 100 ollas populares por día".
Destacó, además, que la actividad de los trabajadores del sector fue regulada en términos sanitarios para seguir en marcha cuando “se armó un protocolo con (el ministro del Interior) Wado de Pedro, que firmaron cinco ministros, y hoy está normalizado”.
"Somos un gremio activo que está en la calle", dijo y llamó a tener “esperanzas” en la reactivación económica tras la pandemia: "Cuando el país iba a empezar a recuperarse del tsunami de Cambiemos llega esta pandemia. Pero tengo esperanzas de que el país se va a recuperar".