@Las características y los detalles de la fase del aislamiento social que comenzará a regir a partir del 1º de julio en la Ciudad de Buenos Aires y 35 municipios del conurbano bonaerense quedaron delineados en las últimas horas: junto a la publicación en el Boletín Oficial del decreto 576/20, que precisó la medida y amplió las actividades exentas de la cuarentena, se incrementaron los controles vehiculares en los accesos a la Capital y lo mismo sucederá en el transporte público, y también se anunció que se incrementará la ayuda alimentaria del Estado para los barrios más vulnerables de la región. Además del AMBA, la cuarentena estricta regirá también en la provincia del Chaco, el departamento rionegrino de General Roca y el conglomerado urbano de Neuquén. El resto del país continúa en la etapa de “distanciamiento social”.
El decreto presidencial hace un repaso sobre los logros sanitarios alcanzados por el aislamiento social en el marco de las resoluciones y recomendaciones de la OMS, al tiempo que también expone que América latina es ahora el epicentro mundial de la pandemia y advierte sobre el avance en el país que llevaron a establecer esta nueva fase especialmente en el AMBA: “En la región del Area Metropolitana de Buenos Aires, en los últimos 20 días se presentó un aumento acelerado de casos del 136,4 por ciento, un aumento del 95,6 por ciento de personas fallecidas y un aumento del 74 por ciento de las personas internadas en unidades de terapia intensiva por covid-19”. Mientras que el porcentaje de camas ocupadas de terapia intensiva en esta región trepó 54,1 por ciento, señala.
“Este último tiempo se flexibilizó de manera espontánea la cuarentena y esto hay que reducirlo; vamos a tener un rebote de contagios y, lamentablemente, de fallecimientos producto de esa flexibilización”, sostuvo la secretaria de Gobierno bonaerense, Teresa García. Con todo, la funcionaria remarcó que el gobierno de Axel Kicillof “casi triplicó las camas de terapia intensiva con respiradores” en el distrito, pero advirtió que la ocupación de esas plazas, en el caso de enfermos de covid-19, implica “más tiempo que otros traumas” y un mínimo de “14 días”.
Las medidas para hacer cumplir esta nueva fase mas estricta que se iniciará mañana comenzaron a notarse este lunes. “A partir de hoy se redoblan los esfuerzos para controlar accesos a CABA y el uso del transporte público” ante la pandemia, sostuvo el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta a través de un comunicado. “El objetivo de este refuerzo es garantizar que sólo se trasladen trabajadores esenciales tanto en colectivos, trenes y subtes como en vehículos particulares”, precisó.
La Policía de la Ciudad tendrá a cargo los controles los 40 accesos vehiculares a CABA y en los 26 pasos peatonales dispuestos, así como retenes en los puntos de la Ciudad de mayor afluencia de vehículos. También habrá controles a usuarios de transporte público “rotativos” en los distintos centros de trasbordo; corredores de Metrobus; ingresos al subte habilitados; y sobre las líneas de colectivo que circulan dentro de la Ciudad.
La Policía Bonaerense tendrá a cargos los controles en los municipios alcanzados por la medida en el conurbano. En el caso de los ferrocarriles, habrá tres tipos de controles: en las cabeceras, en la llegada y salida; en los vagones sobre el distanciamiento social, y en las estaciones del conurbano de mayor presencia de gente.
Habrá controles sobre las autopistas que funcionan como acceso a CABA y en los pasos interjurisdiccionales de los distintos municipios. Tanto en la Ciudad como en el conurbano, el gobierno nacional desplegara efectivos de las fuerzas de Seguridad para colaborar en los controles, que prometen ser muy estrictos.
En paralelo al ASPO mas estricto, el Gobierno también intensificará la ayuda social en los barrios vulnerables. Destinará 2 mil millones de pesos en los próximos 20 días, a través de transferencias a las provincias y municipios afectados por la nueva cuarentena, para que puedan adquirir mayores cantidades de alimentos de comedores populares y artículos de higiene. “Va a haber más gente en los comedores en los próximos días”, anticipó el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, y señaló que el número de personas que se acerca a pedir viandas está directamente ligado a la posibilidad o no de hacer changas. “Hace dos semanas había bajado por las changas en la construcción, la semana pasada volvió a aumentar, y en los próximos días se van a acercar más”, remarcó.
En el monitoreo que realiza el ministerio ven que la demanda de alimentos baja en tres situaciones: si hay más trabajo en rubros con mano de obra intensiva, como la construcción o los talleres textiles, o cuando la tarjeta Alimentar recibe una nueva carga o refuerzo. Arroyo detalló que el Plan contra el Hambre fue reconvertido “en el programa de Asistencia Alimentaria, que tiene cinco mecanismos con los que llegamos a lo comedores: uno es que el Estado compra mercadería y la envía, otro es la transferencia de fondos a las provincias o municipios, el tercero es la tarjeta Alimentar, que llega a madres con chicos menores de 6 años. También realizamos transferencias a los propios comedores: hay diez mil comedores en la Argentina, de ellos cinco mil están formalizados y reciben transferencias del Estado para comprar en los comercios de cercanía. La quinta vía es la de los comedores escolares, que en este momento están entregando bolsas de alimentos”, reseñó el ministro. Actualmente, el Estado nacional asiste alimentariamente a 11 millones de personas.