La crisis económica producto de la pandemia que afecta al mundo entero volvió a arrasar la economía nacional. La actividad económica se contrajo 26,4 por ciento en abril de manera interanual y 17,5 por ciento respecto a marzo en la medición desestacionalizada. Así lo informó el Indec este lunes al presentar uno de los datos que adelantan la evolución del PIB, el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE). La medición se encuentra en línea con los datos sectoriales que viene publicando el organismo y muestra el impacto de la restricción más fuerte por la cuarentena. La actividad registró bajas en la totalidad de los sectores. Ya es el noveno mes consecutivo que el indice arroja resultado negativo.
La actividad acumuló una caída de 11 por ciento en los primeros cuatro meses del año con relación al mismo período de 2019. Los sectores que mostraron mayores bajas interanuales fueron la Construcción, en 86,4 por ciento, Hoteles y restaurantes, 85,6 por ciento y Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales en 72,1 por ciento. Los rubros que más incidieron en la retracción del nivel general de la actividad fueron la Industria manufacturera, que cayó 34,4 por ciento interanual y el comercio (-27 por ciento interanual). Abril fue el primer mes completo de aislamiento obligatorio, por lo que la mayoría de las fábricas y comercios se encontraban sin actividad, así como también se paralizaron las obras en construcción.
Los rubros que registraron caídas más leves son la Intermediación financiera (-3,2 por ciento), electricidad, gas y agua (-8,3 por ciento) y agricultura, ganadería , caza y silvicultura (-10, 3 por ciento).
Si bien muchas industrias reactivaron su producción, por lo que se esperan caídas menos pronunciadas para mayo, hay algunos sectores que aún no muestran indicios de recuperación. Es el caso del turismo, que arrojó un nivel de actividad nulo en abril , reducido a servicios no turísticos. Del total de 6.000 establecimientos, únicamente 273 prestaron algún servicio de alojamiento.
El desplome de la actividad ya no resulta una novedad a esta altura de la pandemia. Con apenas diez días de aislamiento social, preventivo y obligatorio, la caída de la economía en marzo había sido de 11,5 por ciento interanual. El PIB del primer trimestre también arrojó una caída de 5,4 por ciento. El indice de producción industrial manufacturera y de coyuntura de la construcción elaborados por el Indec, habían anticipado una caída importante de ambos rubros en abril
del 2020: la producción manufacturera cayó 33,5 por ciento y la construcción 75,6 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior.
El derrumbe histórico de la actividad económica no es exclusivo de la Argentina. La semana anterior, el FMI pronosticó una caída más profunda de la economía
en 2020. En términos globales previó contracción del 4,9 para 2020 y ubicó a la Argentina como el sexto país más golpeado por la crisis internacional, con una caída de 9,9 por ciento. Otros países que demoraron la cuarentena, como Italia, España o Francia, anotarán bajas más pronunciadas, lo mismo que Estados Unidos, pero con la agravante de que registran miles de muertos por el coronavirus. En Italia y España, el FMI proyecta una caída de 12,8 por ciento. En Francia, de 12,5.
De las diez economías más afectadas por el coronavirus, la Argentina es el que registra menos cantidad de muertos por la pandemia, producto de las medidas de prevención y aislamiento social obligatorio aplicadas de manera temprana y elogiadas a nivel internacional.
Dentro del país, los analistas preven caída mayores a las que pronostican los organismos internacionales. El Relevamiento de Expectativas de Mercado que realiza mensualmente el Banco Central, pronosticaba en mayo una caída de 9,5 por ciento del producto en 2020. Para el año 2021, esperan un rebote de la actividad, alcanzando un crecimiento económico de 4,5 por ciento.
Tal como anunciaron varios de los últimos informes del Indec, el fenómeno excepcional causado por las restricciones globales a la circulación de las personas con el objetivo de mitigar la pandemia de la covid-19 que afectan a un conjunto significativo de actividades económicas en todos los países, cambiaron el proceso de estimación de la serie ciclo-tendencia para abril de 2020 siguiendo las recomendaciones internacionales sobre el tratamiento de valores atípicos para el ajuste estacional.