El ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, aseguró que el plan de anexión de Cisjordania deberá esperar hasta que se haya contenido la crisis derivada del coronavirus. El gobierno de coalición del primer ministro Benjamin Netanyahu estableció el primero de julio como la fecha a partir de la cual podría iniciar acciones sobre la polémica "propuesta de paz"  para Medio Oriente del presidente estadounidense, Donald Trump.

  El plan de Estados Unidos allana el camino para que Israel anexione parte de la Cisjordania ocupada, incluyendo asentamientos considerados ilegales por el derecho internacional. La medida es rechazada de plano por el Estado de Palestina y sus principales vecinos árabes. Israel sigue registrando cientos de contagios de covid-19 a diario, mientras que en el territorio cisjordano aumenta la curva de casos.

"Cualquier cosa que no tenga que ver con la batalla contra el coronavirus esperará hasta después del virus", dijo en un discurso televisado el ministro Benny Gantz. Su oficina aclaró después que se refería específicamente al plan de anexión. La oficina de Netanyahu no respondió por el momento si el gobierno había decidido aplazar la decisión. El primer ministro israelí no parece alcanzar un consenso con Gantz, quien se muestra contrario a tomar medidas unilaterales sin coordinar previamente con la comunidad internacional, muy crítica frente al proyecto de anexión. 

El plan presentado por el presidente Donald Trump prevé la creación de un Estado palestino en un territorio restringido y fragmentado así como la anexión por parte de Israel de varias colonias y del valle del Jordán, en Cisjordania ocupada, un territorio palestino a unos cincuenta kilómetros de Gaza. Sin embargo, a esta altura, los detalles del ambicioso plan brillan por su ausencia: se desconoce la extensión de territorio y las localizaciones exactas que se pretenden anexionar, así como los plazos del proceso. 

Como era de esperar, la propuesta estadounidense generó el rechazo absoluto de las autoridades y del pueblo palestino. Varias protestas multitudinarias tuvieron lugar en los últimos meses. El ministro de Asuntos Civiles, Hussein al Sheikh, advirtió que la Autoridad Palestina (AP) "colapsará" si Israel concreta sus planes de anexión. Por su parte, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abul Gheit, aseguró que la anexión “destruirá cualquier perspectiva de paz en el futuro”.

Los regímenes de las monarquías árabes vecinas, que en los últimos años vieron mejorar sus relaciones con Israel, expresaron su descontento frente al proyecto de anexión. Países como Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita o Bahrein, observan con inquietud y muchas críticas los planes de Trump. En tanto, el rey Abdullah de Jordania alertó el pasado 16 de junio a Netanyahu de que sus planes podrían implicar un "conflicto masivo" en la región.

Palestinos e israelíes firmaron en 1993 los Acuerdos de Oslo, sentando las bases para poner fin a un largo conflicto. Pero un cuarto de siglo más tarde, la solución sigue pendiente: Cisjordania está ocupada por Israel desde 1967, las colonias se expanden y ahora, para colmo, se suma una posible anexión.