Trabajadores del municipio de La Caldera se encuentran realizando un paro total de actividades desde ayer, debido a que no se renovaron siete contratos laborales. La decisión, tiró para atrás los avances de paritarias al que en un principio habían arribado gremios y ejecutivo.
El delegado municipal de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Gustavo Sarapura, le dijo a Salta/12 que las siete personas trabajaban desde hace unos 8 años. Y si bien reconoció que los contratos vencían en el mes de abril y el intendente los mantuvo hasta junio, consideró que son despidos y seguirán con las medidas de fuerza hasta que los reincorporen.
Sarapura sostuvo que tanto ATE como la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN) acordaron acompañar a los trabajadores que quedaron sin sus puestos “porque era parte del acuerdo al que habíamos arribado con el intendente dentro de las negociaciones paritarias”
Informó que entre los despedidos hay cinco mujeres “cabeza de familia, y una es madre soltera”, y que todos cobraban $12.000 por mes “y sin asignaciones”.
Los dos gremios, denuncian que Sumbay está atropellando los derechos laborales, ya que consideran que fueron despidos, algo que el intendente niega, y por lo tanto están prohibidos por el decreto nacional 329/20 mientras continué la pandemia.
Pero a su vez, explicó que al no haber culminado las negociaciones, en tanto no firmaron la conciliación, el empleador no puede tomar la decisión “de echar a nadie”.
Las negociaciones salariales habían comenzado a principios de junio, y si bien llegaron a un principio de acuerdo, todo se iba rubricar en la reunión en la Secretaría de Trabajo acordada para el viernes pasado. Al enterarse de la no renovación de contratos, desde ATE decidieron no asistir y comenzar con asambleas que derivaron en un paro con movilización en las puertas de la intendencia local.
“Nosotros fuimos a tres audiencias y él (por Sumbay) nunca vino, siempre mandó al contador o al secretario, gente que no puede tomar decisiones”, añadió Sarapura.
El jefe comunal, adujo que el municipio no está en condiciones económicas de seguir afrontando todos los contratos, ya que la coparticipación llegó a caer un 90% en el mes de abril “y no tenemos con qué”. Negó que en el acuerdo con los gremios haya estado incluida esa continuidad y subrayó que “no son despidos, sino contratados a los que se les venció en abril”. E indicó que decidió “estirar lo más que se pudo la relación laboral” por la cuarentena.
Comunicó que esas personas fueron contratadas por primera vez en noviembre del 2019, días antes de que él asumiera la intendencia, “algo que no tendrían que haber hecho”. De todas maneras, remarcó que decidió darles continuidad “apostando al trabajo y a que puedan colaborar en la época turística”.
“Veníamos muy bien a principio de año, pero la situación de la pandemia hizo que nos vengamos en picada y sobre todo en la coparticipación”, informó que llegaron a obtener un 90% menos “de lo que veníamos recibiendo, por lo que para las arcas municipales es imposible sostener a todos”, y adujo que los aumentos de sueldo del 30% acordado le generaron un desequilibrio insostenible en la coyuntura, “no sé cómo voy a hacer para pagar los sueldos el mes que viene”.
De todas maneras, Sumbay aseguró que las personas desafectadas seguirán cobrando durante los próximos meses, ya que “en julio van a recibir lo trabajado en junio y en agosto el retroactivo que se les debía por las asignaciones familiares”. Y dijo que su idea, “si la actividad económica repunta” es recontratarlos a partir de septiembre para esperar la temporada turística de verano.
El intendente de La Caldera concluyó que para él es imposible en este contexto “abordar todos los frentes económicos, por lo que tendremos que sentarnos nuevamente a negociar con la secretaría de Trabajo hasta arribar a un acuerdo”.