Las generaciones más jóvenes seguramente lo recuerdan como el inefable Saul Bloom, el veteranísimo ladrón profesional que Danny Ocean sacaba de su plácido retiro para la primera Gran estafa (2001), donde se hacía pasar por un traficante de armas necesitado de la bóveda de un casino para depositar su mercadería. Pese a que se quejaba de su úlcera, Bloom volvió a colaborar con Danny en La nueva gran estafa (2004) como un improbable médico suizo y en Ahora son 13 (2007) como un exigente crítico de establecimientos hoteleros. Pero detrás de uno de los personajes más carismáticos de la saga creada por Steven Soderbergh se escondía uno de las grandes leyendas de la comedia estadounidense. Actor, productor, guionista y director, el maestro Carl Reiner murió hoy de causas naturales en su casa de Beverly Hills a los 98 años, según informó su hijo Rob, también un notable comediante.
Nacido en el Bronx neoyorquino el 20 de junio de 1922, Reiner comenzó a actuar para el ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial y se destacó por primera vez como miembro del reparto habitual de Your Show of Shows de Sid Caesar, por el que ganó dos premios Emmy en 1956 y 1957 en la categoría de actor secundario. Conoció a Mel Brooks durante sus temporadas junto a Caesar y ambos mantuvieron una larga amistad personal y profesional, cuando crearon un dúo cómico para los sketches de 2000 Year Old Man, rutina que se extendió desde fines de los años ’50 hasta 1998 con el show The 2000 Year Old Man in the Year 2000, que les valió un premio Grammy.
En 1961, Reiner se basó en sus experiencias con Sid Caesar para crear y producir El show de Dick Van Dyke, uno de los grandes éxitos de la televisión norteamericana de su época, que también fue inmensamente popular en buena parte del mundo, la Argentina incluida, en los primeros aparatos de TV que llegaban al país. Allí, Reiner hizo apariciones especiales como actor, interpretando al irascible presentador del programa, que ganó cinco premios Emmys entre 1962 y 1966. Al año siguiente, dirigió Enter Laughing (1967), el primero de sus quince largometrajes como realizador, que incluyeron en esos primeros años El cómico (1969), con Dick Van Dyke, y ¡Dios mío! (1977), con George Burns. Mientras tanto, tuvo actuaciones destacadas en las farsas El mundo está loco, loco, loco (1963), de Stanley Kramer, y ¡Ahí vienen los rusos! ¡Ahí vienen los rusos! (1966), de Norman Jewison.
Además de su larga asociación con Mel Brooks, Reiner también hizo un excelente tándem con Steve Martin, a quien dirigió en la comedia que lo lanzaría a la fama, El patán (1979) y en la que sin dudas es la obra maestra de Reiner como realizador, Cliente muerto no paga (1982), una rara genialidad que parodiaba y homenajeaba al mejor film noir clásico y en la que Martin interactuaba con un elenco interestelar, tomado de escenas de grandes films del género: Ingrid Bergman, Humphrey Bogart, James Cagney, Joan Crawford, Bette Davis, Brian Donlevy, Kirk Douglas, Ava Gardner, Cary Grant, Alan Ladd, Veronica Lake, Burt Lancaster, Charles Laughton, Fred MacMurray, Ray Milland, Edmond O'Brien, Vincent Price, Barbara Stanwyck, y Lana Turner.
Reiner volvería a dirigir a Steve Martin en dos comedias muy populares en los primeros años ’80, como fueron Doctor erótico (1983), con Kathleen Turner, y Hay una chica en mi cuerpo (1984), con Lily Tomlin. La última película que dirigió fue la comedia romántica de 1997 That Old Feeling, protagonizada por Bette Midler y Dennis Farina. Desde entonces, Reiner tuvo una presencia activa en papeles invitados en televisión y en papeles secundarios en películas durante los años 1990 y 2000, incluso cuando se acercaba y luego superó los 90 años . Muy activo en sus redes sociales, estuvo tuiteando hasta el día antes de su muerte en apoyo al movimiento Black Lives Matter y lanzando feroces dardos contra el presidente Donald Trump.