La negociación de la deuda no terminan de destrabarse debido a las dificultades para alcanzar un acuerdo con uno de los principales acreedores: el gestor de inversiones global BlackRock. Este fondo no acepta parte de las cláusulas contractuales del canje y pretende un valor de recupero unos puntos por encima de lo que ofreció el equipo económico esta semana.
El Gobierno envió a los bonistas una nueva propuesta este lunes con un valor de recupero de 53 por ciento. Lo hizo a través del banco UBS. Distintos acreedores como Gramercy, Fintech, Greylock y Oaktree informaron al Palacio de Hacienda que aceptarán la propuesta. Son inversores que estas últimas semanas mostraron buena predisposición para cerrar el acuerdo.
El principal problema es que no tienen la representación necesaria para garantizar que la reestructuración sea exitosa. Conseguirlo requiere convencer a los acreedores que forman parte del comité ACC. Estos inversores no tienen posición definida y están a la espera de las decisiones de BlackRock para terminar de aceptar el ingreso al canje.
Fondos duros
El fondo BlackRock a cargo de Larry Fink tiene la voz cantante entre los inversores que se engloban en el grupo de Ad Hoc y Exchange. Son los que tienen la postura más agresiva. Su diferencia con el Gobierno no es monetaria sino que pretenden conseguir cambios en la letra chica de los contratos. Buscan recibir bonos con cláusulas similares a las de 2005.
En un mensaje al mercado aseguraron que la comunicación con los negociadores de la Argentina se encuentra cortada. Están presionando en el límite para conseguir las últimas mejoras sobre la propuesta final del Gobierno. En un comunicado de última hora, los grupos Ad Hoc y Exchange señalaron que no había “ningún compromiso significativo” entre ellos y el gobierno del país desde el 17 de junio.
Se trata de detalles que exceden lo estrictamente económico. Ningún analista considera que lograr mejorar dos o tres puntos el valor de recupero final del canje sea una cifra significativa para BlackRock. Los capitales que maneja este fondo equivalen a un monto que es al menos 10 veces el Producto Interno Bruto de la Argentina.
Próximos pasos
El Gobierno a pesar de estas tensiones tiene entre sus cartas presentar la propuesta final ante la SEC en los próximos días. Entre los funcionarios dejaron trascender que 53 puntos de valor de recupero es lo máximo que se otorgará y se menciona que no habrá un retroceso en materia legal: es decir entregando cláusulas similares a las de 2005.
En este último punto el equipo económico cuenta con el aval del Fondo Monetario Internacional y de la asociación internacional de mercado de capitales. Fueron estos organismos los que propusieron la letra chica de los contratos que ahora la Argentina está utilizando en el armado de la enmienda del canje (y la emisión de los nuevos bonos).
La falta de definiciones con la deuda y la disputa abierta con BlackRock provocó impacto en los activos argentinos. En las bolsas de Nueva York las empresas locales registraron caídas de hasta el 6 por ciento. Se destacaron las bajas de los bancos y de las empresas energéticas.
Los bonos mientras tanto perdieron hasta un 2 por ciento. Se destacaron las caídas de los títulos de mediano plazo como el Bonar 2024. El riesgo país terminó la jornada en 2494 puntos y marcó una suba de 8 unidades respecto del lunes.
Bonistas locales
El próximo paso del equipo económico –más allá de lo que ocurra con los bonistas internacionales- es reestructurar la deuda bajo ley local. El Ministro de Economía prometió a los bonistas argentinos un trato idéntico al ofrecido a los inversores globales.
Esta negociación con los inversores locales será importante para normalizar el mercado de deuda local tanto en moneda extranjera como en pesos. Desde diciembre pasado el Ministerio de Economía tiene entre sus principales estrategias conseguir reorganizar las colocaciones de títulos públicos tras el colapso generado en el macrismo.