"No es la intención que nadie tenga un dolor de cabeza o pase por una situación incómoda. Las Fuerzas de Seguridad están haciendo su trabajo. Todo el mundo sabía que el día de hoy la reconcentración iba a generar este problema. Siempre tarda uno o dos días ajustarse", explicó el secretario de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad nacional, Gabriel Fuks, aludiendo a las largas colas en los ingresos a la ciudad de Buenos Aires por los controles que se impusieron en la nueva etapa de cuarentena más esctricta.
"Sabíamos que después de se produjera un proceso de ampliación y flexibilización de la cuarentena volver a una cosa muy estricta y concentrada no iba a ser fácil. Es mucha la gente que debería estar disminuyendo su movilidad", destacó Fuks al explicar los controles que realiza la Policía Federal a los conductores de los vehículos para garantizar que se cumpla la nueva fase de la cuarentena. "Estamos en un día complicado, difícil. Hoy es un día cuello de botella", aseguró el funcionario.
Por otro lado, Fuks afirmó que "no es un desorden: hay un control y las Fuerzas de Seguridad tienen la instrucción de revisar uno por uno", apuntando a las quejas del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, que había señalado más temprano que era necesario "facilitarle la vida a la gente" y que "en una situación como esta tenemos que facilitarle las cosas a la gente, no enquilombárselas más".
Berni se acercó a primera hora de la mañana al acceso a la Capital desde Lomas de Zamora y se había quejado de que había "diez kilómetros de cola, haciendo un control arriba de un puente con dos carriles cuando a cien metros tenemos cinco carriles para controlar".
"Todos estamos trabajando: él lo hace a su manera, yo lo hago a mi manera", declaró Fuks sin entrar en polémica con el funcionario bonaerense.