Darles un entierro digno a los muertos se ha vuelto una peregrinación. Las familias se acercan todos los días hasta la puerta del Cementerio General de Cochabamba, una de las principales ciudades de Bolivia, esperando una respuesta para llevar el cuerpo de su difunto.
"No nos quieren atender aquí para enterrar a mi familiar, ahora no hay dénde dejar el muerto, lamentablemente ahora está en mi casa, no sé qué voy a hacer, ya son tres días", contó este miércoles a la agencia de noticias EFE uno de los afectados, que prefirió no dar su nombre.
Su cuñado falleció el domingo pasado en un hospital en esa ciudad, de algo más de 600.000 habitantes. El acta de defunción señala que la causa de su muerte está "en estudio", lo que provocó más trabas para poder enterrarlo y lo obligó a convivir con el cadáver en su propia casa.
A esta situación se añade el temor que tiene el vecindario de que el difunto los "contamine". "Anoche han venido los vecinos y han querido sacar el cajón y botarlo afuera de mi casa, porque me dijeron que es una contaminación, han venido con palos, he tenido que rogar para que lo entierren ahora, pero no hay solución", contó.
Familiares y funerarias, unidos
Un caso similar vive otra mujer, que prefiere no ser identificada, que también busca darle sepultura a un familiar y, ante la falta de respuesta, amenaza con dejar al muerto en la puerta de la casa de un concejal o en la plaza frente a la Alcaldía.
"Hacer retornar el cuerpo al barrio va a provocar que la gente misma venga en contra de nosotros, incluso estamos con miedo a que nos apedreen, porque la gente no quiere, ahora qué voy a hacer", cuenta la mujer.
Rayi Mitre, una de las representantes de las funerarias en esa ciudad, indicó que esta misma situación se repite en al menos 40 hogares que esperan un espacio en el cementerio. "Tenemos fallecidos desde el 25 de junio que no tenemos dónde enterrarlos, los cementerios que tienen tierra no nos aceptan, qué vamos a hacer", cuestionó.
Mitre sostuvo que es necesario que las autoridades den una solución inmediata y que habiliten más espacios para los entierros o que den paso a un cementerio exclusivamente para positivos de COVID-19.
Este martes, largas filas de coches fúnebres recorrieron el centro de la ciudad, para pedir que la Alcaldía dé más espacios para entierros y que se habilite otro horno crematorio.
Esta misma semana, los trabajadores del Cementerio General se declararon en emergencia y pidieron que les hagan pruebas rápidas de coronavirus, ante la muerte de uno de sus compañeros.
A esta situación en los cementerios se le añade el colapso de los hospitales que carecen de los insumos, personal y equipamiento necesarios, una situación que se repite en varias regiones del país.
Actualmente son 1.123 los muertos y 33.219 los casos de coronavirus en Bolivia, con Cochabamba entre las regiones más afectadas.