En el encuentro de los jefes de bloque de la Cámara de Diputados, convocada con el presidente del cuerpo Sergio Massa, despejó el caminó para prórroga por 30 días más del protocolo para las sesiones virtuales mixtas. Aunque Juntos por el Cambio (JpC) condiciona su continuidad a tratar solo temas de “consenso” entre todas las bancadas, con lo que bloquea cualquier iniciativa del oficialismo que divida aguas con las aspiraciones de la alianza opositora mientras dure el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO). El Frente de Todos propuso abordar en una futura sesión la ampliación del presupuesto y una amplia moratoria impositiva. Desde JpC pidieron que una de las tres posibles sesiones remotas que se realizarían a lo largo de julio se destine al informe del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, ante la Cámara baja.
En la reunión virtual, los presidentes de todas las bancadas mostraron su “predisposición” a prorrogar el protocolo, por lo que la continuidad de las sesiones virtuales no correría riesgo, al menos por otros 30 días. Aunque se mantendría su actual estructura mixta: con una importante cantidad de diputados presentes en el recinto, a pesar de los contagios de covid-19 confirmados entre los legisladores que participaron de la última sesión (ver aparte), el aumento exponencial de los casos de coronavirus en el AMBA y las recomendaciones que brindó el médico de la Cámara baja, Marcelo Halac, durante la reunión. El resto lo haría en forma remota.
La otra parte del encuentro giró en torno al posible temario de las futuras sesiones. Desde JpC ya habían advertido que la prórroga estaba atada a que las sesiones debían ceñirse a los temas que contaran con “total acuerdo” de los bloques.
Una forma de cerrarle el paso a temas “conflictivos” que solo quieren abordar en sesiones “presenciales”. En especial iniciativas oficialistas como el tributo a las grandes fortunas personales, la conformación de la bicameral investigadora sobre Vicentin y los créditos por 18 mil millones de pesos que la administración macrista del Banco Nación le otorgó en el último mes de su gestión, y la anulación del DNU de Mauricio Macri que pasó las escuchas judiciales de la Procuración a la Corte Suprema.
Fue entonces que Massa y el jefe del bloque del FdT, Máximo Kirchner, plantearon la necesidad del Gobierno de avanzar en medio de la pandemia con ampliación del Presupuesto (aprobado en 2019 durante la gestión de Cambiemos) y una amplia moratoria impositiva, que permita a los contribuyentes ponerse al día y aumentar la recaudación del Estado.
Desde JpC, sus jefes de bloque Mario Negri (UCR), Cristian Ritondo (PRO) y Maximiliano Ferraro (CC), propusieron su propia lista de temas: ayuda económica para alquileres comerciales y las emergencias para los sectores turístico y gastronómico. Además de destinar una sesión al informe de gestión de Cafiero ante los diputados, a lo que el oficialismo dio el visto bueno.
El resto de los bloques opositores, como el lavagnista Interbloque Federal y el Federal para el Desarrollo, que encabeza José Luis Ramón, también abogaron por la prórroga de las sesiones virtuales. Mientras que el FIT, a través de Nicolás del Caño (PTS), se sumó al planteó la necesidad de continuar con las sesiones virtuales, pero con críticas al oficialismo y el resto del arco opositor. En marco, reclamó romper la inercia de abordar solo temas acordados, y ampliar la agenda sobre múltiples temas económicos y sociales que afectan a los trabajadores.
La ratificación de la prórroga para las sesiones remotas, daría continuidad al trabajo comisiones y la emisión de dictámenes sobre distintos proyectos. En ese contexto, según el borrador, los únicos proyectos que se podrán tarar en el recinto durante el mes de julio serán aquellos que cuenta con dictamen de comisión.
En tanto, el temario de la próxima sesión se discutiría en una futura reunión de Labor Parlamentaria, que se realizaría la semana próxima. El principio de acuerdo, que tras el encuentro analizan por separado el interbloque opositor de JpC y el propio oficialismo del FdT. Un pacto que no termina por conformar a las partes pero que al menos mantendrá en funcionamiento a la Cámara baja.